El Indec publicó un informe correspondiente al primer semestre de 2020. La pobreza subió al 40,5% de los argentinos, alcanza a más del 30% de los hogares y afecta principalmente a la infancia. Salta encabeza los indicadores de pobreza en el NOA.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censo informó que el indicador subió poco más de cinco puntos porcentuales respecto del último semestre del 2019, cuando era del 35,5%. Es el valor más alto desde 2004.
Los efectos de las restricciones por coronavirus y del retroceso económico se ven plasmados en los indicadores publicados este miércoles por el organismo oficial. Consultoras privadas calculan que el cuadro comparativo empeorará a fin de año cuando tendrá menos incidencia en los cálculos el primer trimestre donde no hubo pandemia.
La pobreza llegó al 40,9% en el primer semestre del año, lo que implica que unos 18,5 millones de personas en todo el país. De este total, la indigencia trepó al 10,5%, equivalente a 4,8 millones de personas que a junio no podían cumplir con sus necesidades básicas.
Con estos números, quedó confirmado el fuerte impacto que la parálisis económica por la pandemia generó en el empleo y los ingresos de la población.
En comparación con el último semestre de 2019, cuando aún gobernaba Mauricio Macri, el incremento fue de poco más de cinco puntos porcentuales. Este año 2,5 millones de personas cayeron bajo la línea de pobreza y 1,2 millones en la indigencia.
La cifra conocida hoy es la más alta desde el primer semestre 2004, que fue del 44,3%. A fines del 2001, antes del estallido de la convertibilidad, se ubicaba en el 38,3% y en el segundo semestre del 2002 saltó al 57,5%.
La historia argentina muestra que la pobreza alcanzó picos en torno al 50% durante la hiperinflación de 1989 y la crisis de 2001-2002, cuando superó incluso el 55%.
