En un hecho sin precedentes en América Latina, la Corte Constitucional de Colombia autorizó la muerte asistida o eutanasia, con una votación de 6 magistrados a favor, contra 3 que se opusieron.
Con esta medida, Colombia se convierte en el primer país latinoamericano en despenalizar el también llamado “suicidio asistido” y, por otro lado, se suma a la lista de otras naciones donde éste es legal, a saber:
- España, en donde se autorizó la eutanasia en 2020
- Países Bajos, autorizada en 2002
- Bélgica, autorizada en 2002 (y, además, un país en donde la eutanasia también es legal para menores de 12 años)
- Luxemburgo, autorizada en 2009
- Canadá, autorizada en 2016
- Nueva Zelanda, autorizada en 2021
El fundamento jurídico de la eutanasia suele ser el derecho a una muerte digna, un término que se ha derivado a su vez del concepto de dignidad, consagrado en la mayoría de las declaraciones, constituciones y demás códigos legales tanto internaciones como nacionales y locales.
En ese sentido, la eutanasia se suele considerar un recurso para ofrecer una “salida” digna de este mundo, en específico, en personas que se encuentran en un estado de sufrimiento constante y agudo, casi siempre por causa de alguna enfermedad severa.
Cabe mencionar que, en los países donde la muerte asistida se ha legalizado, ésta se ejecuta a través de un medicamento administrado por personal autorizado en una institución igualmente reglamentada para tal efecto. En la figura de “suicidio asistido” es la persona misma quien se administra dicha sustancia.
A propósito de la muerte asistida y al contexto e implicaciones sociales, familiares e incluso económicas que la rodean, recomendamos la cinta Tout s’est bien passé (Todo estuvo bien), del director francés François Ozon (2021), basada a su vez en una novela semi-autobiográfica de la escritora también francesa Emmanuèle Bernheim, en la que la autora cuenta los periplos que su padre vivió en busca de morir dignamente en Suiza.
Texto: pijamasurf.com
Imagen: elperiodico.com