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Copa Libertadores: River goleó 6 a 0 a Binacional

Tras pisar fuerte en Brasil con un gran dominio de juego, en Perú logró trasladar la supremacía futbolística en el resultado y revalidó el 2-2 frente a San Pablo. Con el 6-0 a Binacional con goles de Nicolás De La Cruz, Fajardo en contra, Nacho Fernández, Julián Álvarez y Lucas Pratto, el panorama se le aclaró.

No hubo equivalencias en Lima. Se enfrentaron un equipo totalmente consolidado frente a otro más que irregular y con demasiadas falencias para la exigencia de un torneo internacional. Las abrumadoras diferencias tácticas, técnicas y físicas entre ambos ya habían quedado expuestas en el 8-0 del 11 de marzo por la segunda fecha del Grupo D en el Monumental. Pero el desarrollo del partido en Perú las confirmó y la sólida actuación general del Millonario las acentuó.

Quizás Binacional no es un parámetro directo a la hora de analizar el presente y el futuro a corto plazo de River, pero hay características de juego que se repitieron en el regreso: presión alta para recuperar y lastimar, laterales abiertos y desplegados en ataque, desdoblamientos permanentes, triangulaciones precisas en campo rival, paredes de primera, conexiones rápidas a un toque, pases en profundidad, paciencia para construir, defensores centrales pisando el área y un despliegue físico constante para desgastar. No parecen haber pasado seis meses sin partidos oficiales. River juega como siempre. A pura dinámica y actitud.

El resumen del partido

En el 4-3-3 inicial que dispone el DT, Suárez y Álvarez se inician por afuera, pero se cierran constantemente para buscar el pase filtrado de los mediocampistas y permitir el despliegue de los laterales, que juegan casi como extremos y se muestran sobre la línea para lastimar. Así, con la dupla central adelantada hasta el círculo central, el esquema parece mutar a un 2-5-3 para atacar. luego, para defender, el inagotable Álvarez retrocede, abandona la línea ofensiva y se suma a la banda del mediocampo para formar un 4-4-2.

Para poder sostener esta mecánica de juego, River también se apoya en dos aspectos fundamentales: concentración e intensidad. En primer lugar, necesita estar focalizado al 100%, especialmente en su línea de fondo, para evitar alguna desatención que le pueda costar caro, tal como ocurrió en Brasil ante San Pablo. Y en segundo lugar, la ideología de juego arraigada lo obliga a jugar los 90 minutos como si fuesen el primero. Levantar el pie del acelerador no parece ser una opción.

Después de un primer tiempo abrumador con un 3-0 que quizás fue corto, el cuarto gol de la noche fue el gran espejo de lo que River buscó durante todo el juego: construyó una jugada de 13 toques en la que participaron ocho jugadores diferentes. La empezó Montiel por derecha, se la pasaron entre De La Cruz, Enzo Pérez, Angileri, Pinola, Suárez, Nacho Fernández y Álvarez, la pelota viró de derecha a izquierda y terminó el propio Montiel desbordando por la banda derecha y asistiendo con un centro atrás a Nacho Fernández.

Y los últimos dos goles tuvieron sabor a redención para Pratto. Tras perderse el juego en Brasil por una distensión en el isquiotibial derecho, el Oso ingresó a los 27 minutos del segundo tiempo y logró romper una antigua racha que lo apesadumbraba: convirtió después de 29 encuentros. Su último festejo había sido el 30 de mayo de 2019 en el 3-0 de la Recopa Sudamericana ante Athletico Paranaense. En el medio, sumó 882 minutos, aportó dos asistencias y solo pudo ser titular en siete ocasiones. Todo redondo.

River se lleva de Lima más que buenas sensaciones. Retomó su camino en la Copa Libertadores con cuatro de los seis puntos posibles, tuvo dos actuaciones sólidas y convincentes, marcó ocho goles (es el equipo más goleador de la Copa con 16) y sostuvo un nivel colectivo que no parece haberse resquebrajado pese al extenso parate por la pandemia.

Ahora, le tocará revalidar de local en el estadio de Independiente lo logrado como visitante. El próximo miércoles recibirá a San Pablo y el 20 de octubre se medirá con Liga de Quito. Hoy lidera Liga con nueve unidades, pero el Millonario suma siete, es escolta y depende de sí mismo: si gana ambos partidos se quedará con el Grupo D y, pensando en la clasificación, sacó una gran diferencia de gol (+11) en caso de igualar con los brasileros (terceros con cuatro puntos). Todo a favor para el equipo de Gallardo que juega como sueña. Intensamente.

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