Entrevistada por Itatí Carrique y Rodrigo González Gomeza para Paren el Mundo, que se emite los miércoles de 15 a 16 por Radio Nacional Salta, la cineasta salteña Lucrecia Martel habló de su carrera, su nuevo documental Terminal Norte, filmado en la Calderilla, la sociedad salteña y sobre la médica que fue detenida en Tartagal tras garantizar la práctica de una Interrupción Legal del Embarazo a una mujer de 21 años.
Nació en Salta pero sus trabajos cruzaron la barrera de nuestros cerros y es reconocida actualmente como una de las cineastas más importantes del mundo.
Es directora de cine, guionista y productora. En 2001 estrenó su primera película, La Ciénaga, y con ella llevó a la gloria a lo que se llamó el Nuevo Cine Argentino. Luego de su ópera prima vinieron La niña santa (2004), La mujer sin cabeza (2008) y el Zama (2017).
A Lucrecia la realidad la atraviesa y la inspira, eso puede verse en cada una de sus obras, y sobre todo con su proyecto documental Chocobar, que retrata la muerte del activista indígena Javier Chocobar y con el que fue premiada con el Leopardo 2020 en el festival de Locarno en 2020.
Ubicada en lo más alto de la industria del cine internacional, fue jurado de los festivales de Berlinale y de Cannes y llegó a presidir el jurado de competición por el León de Oro de La Mostra internacional de cine de Venecia, recientemente fue destacada como una de las 20 mujeres más influyentes de la cinematografía del mundo por Slashfilm, un importante sitio de internet con base en Estados Unidos que ofrece diariamente las novedades del mundo Hollywood.
Acaba de estrenar para la plataforma Contar Terminal Norte, un unitario documental que acompaña a el confinamiento en el norte del país de la cantora Julieta Laso y su complicidad con otras artistas de la región.
Aunque muchos la han puesto en un pedestal y hay alredor de ella mucha mística, Lucrecia en algunos ámbitos sigue siendo simplemente Lucrecia.
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