Cerro Negro MTB 1

Hasta el límite

Bajar en mountain bike desde Cerro Negro del Tirao hasta Corralito es una combinación perfecta de adrenalina y naturaleza. Un circuito de 30 kilómetros de senderos de cornisa, que atraviesa paisajes magníficos, comienza a 3400 metros sobre el nivel del mar y termina casi 2000 más abajo. Mirá el atrapante video.

Volver a las rutas, a los caminos de tierra, a los cerros solitarios. Sentir una vez más el viento en la cara, mirar sin apuro las rocas de colores para encontrar en ellas formas, rostros y figuras mitológicas. 

Trepar por sendas inexploradas, imaginar las vidas de la gente que pasa sus días en esos ranchos perdidos, dejar volar la mente sin tiempo ni espacio. Descubrir los mundos paralelos que habitan en el amplio y diverso territorio salteño.

El interior de la provincia se reabrió al turismo local. Y este equipo de El Influencer enseguida salió a encontrarse nuevamente con su entrañable encanto. Lo hizo sobre dos ruedas, en una travesía que es de lo mejor que pueden hacer los amantes del mountain bike en nuestra región: Cerro Negro del Tirao-Corralito.

Se trata de un circuito de 30 kilómetros, que tiene su punto de partida en la escuela-albergue de Cerro Negro, a la que se accede desde la Recta del Tin-Tin (ver Datos Útiles al pie de la nota). Justo detrás del edificio escolar comienza la senda, que en casi todo su recorrido es de cornisa y en bajada, aunque tiene también un par de subidas por demás interesantes.

Por estas razones, es una travesía exigente, reservada para aquellos que tienen un estado físico y un conocimiento técnico de la bicicleta de montaña de mediano hacia arriba. Para los que estén en condiciones de hacerla, es muy recomendable, casi obligatoria. Y se disfruta a fondo. Demanda alrededor de seis horas, tomándose el tiempo necesario para gozar del entorno, sacar fotos y comer algo.

La primera parte es por un angosto sendero que circula por el faldeo de un cerro, y luego viene una bajada muy picante, larga y con mucha pendiente, que únicamente pueden hacer sobre la bici los más experimentados. Allí son frecuentes las caídas y golpes, que pueden llegar a arruinar la salida. Por ello, lo más aconsejable es hacerla a pie, con la bici al lado, aunque sea el primer tramo. Enseguida se llega a un río y se transita por su curso algunos centenares de metros, hasta que la senda empieza a serpentear por otro cerro y trepa hasta un abra a 3200 msnm, que regala una de las vistas más espectaculares de toda la jornada.

Luego comienza un largo descenso hacia el paraje El Manzano, previo paso por la fantástica Quebrada del Arca, otro de los puntos obligados para sacar fotos y respirar hondo. A partir de El Manzano el ambiente se torna mucho más verde, con una vegetación que muestra progresivamente rasgos propios del ecosistema de las yungas. La senda sigue siendo un espectáculo, por el sector medio de una profunda quebrada.

Los últimos cinco kilómetros son por un camino vehicular, aunque sin tránsito, y siempre en bajada, ideales para pedalear a fondo, con el viento en la cara y la cabeza llena de recuerdos por el inolvidable día vivido.


Datos útiles

Acceso: el circuito comienza en la escuela-albergue de Cerro Negro del Tirao, a la que se llega por un camino de tierra que parte de la ruta 33, hacia el Norte, en el final de la Recta del Tin Tin. Son cerca de 30 km hasta la escuela.

Final: por la senda y un camino para vehículos en regular estado, se llega a la localidad de Corralito, ubicada unos 14 km al sudoeste de Campo Quijano. Lo ideal es arreglar con algún amigo para que levante a los ciclistas por allí.

Época del año y horario: la época más indicada para hacer esta travesía es el otoño o la primavera. El verano es mejor descartarlo por las lluvias y el invierno por las bajas temperaturas. En cuanto al horario, si se lo va a hacer en el día hay que salir de Salta muy temprano (5-6 am), para llegar a la escuela antes de las 9 y terminar la vuelta a eso de las 15 en Corralito o Campo Quijano.

Equipamiento: en primer lugar, la bici tiene que ser apropiada para un circuito de esta naturaleza. Por lo menos, con suspensión delantera y frenos a disco. Hay que verificar que esté en buenas condiciones y llevar una o dos cámaras de repuesto (inclusive, una cubierta extra cada dos o tres bicis). También conviene llevar una herramienta multifunción por grupo. El casco y los guantes son obligatorios.

Comida e hidratación: hay que llevar no menos de dos litros de bebida por persona, frutos secos, caramelos y algo para comer (un par de sándwiches alcanzan).

Precauciones: en este tipo de travesías es fundamental no confiarse, ser consciente de las propias limitaciones y evaluar riesgos antes de lanzarse a hacer una bajada. Si hay dudas, lo mejor es bajarse de la bici. Además, nunca hay que andar solo y es imprescindible dejar avisado a alguien en la ciudad el circuito que se va a realizar y el horario aproximado de regreso. Si el grupo es grande, es aconsejable tener algunas radios para comunicarse, ya que no hay señal de celular.

El descenso desde la Quebrada del Arca hacia El Manzano.

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