Pobreza

Pobreza que duele

Escuchar los datos que dio a conocer el INDEC sobre la pobreza en nuestro país son preocupantes, saber que detrás de esos números hay familias enteras a las que les cruje el estómago porque no hay nada para comer, o son familias en las que los pocos pesos que consiguieron en el día no alcanzan para que todos coman. Esos números son las familias que nos cuentan que lo único que se llevan a la boca sus hijos es una taza de mate cocido y un poco de pan que algún vecino solidario les cerco.

Un 42% de personas pobres en el segundo semestre del 2020, que equivale a 19 millones de personas afectadas. El número muestra la grave situación de la Argentina. El porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza alcanzó el 31,6%; Dentro de este conjunto se distingue un 7,8% de hogares por debajo de la línea de indigencia, que incluyen al 10,5% de las personas.

La pobreza en la Argentina es un drama estructural en cuanto a su conformación, que viene creciendo fuertemente en los últimos diez años y que se ha profundizado por la Pandemia.

Hoy cuesta comer, para miles de familias esa es la realidad del día a día, la canasta básica total para una familia de 4 personas alcanza los $56.459 por mes para alimentos, bienes y servicios, y de 5 roza los 60 mil, cifras que resultan inalcanzables para muchos hogares más aun en los monoparentales.

En todas las barriadas que recorremos se repite el mismo modelo, el hambre se expande. La pandemia ha contribuido al empobrecimiento de estos sectores, más de la mitad de los hogares vieron reducidos sus ingresos desde el comienzo de la cuarentena. En casi 4 de cada 10 hogares, se han perdido puestos de trabajo desde 2020. La totalidad de los hogares tuvieron que reducir consumos de carnes, frutas, verduras y lácteos, esta situación se registró con mayor intensidad en los hogares que no poseen Tarjeta Alimentar, esos son los datos que surgen de las charlas con vecinos, y las cifras sociales son cada día más alarmantes. Conseguir trabajo es una odisea. Y en caso de conseguir un empleo, el salario vale cada vez menos por una inflación que no se detiene hace más de 15 años.

Por eso es tan importante el trabajo que realizan espacios y movimientos sociales acercando platos de comida, a través de merenderos, ollas populares, comedores, etc.

Y nuevamente aparece el temor, real, de la segunda ola y las posibles restricciones, la pandemia no da respiro y así todos los días un argentino cae por debajo de la línea de la pobreza. Y los resurgimientos de algunos sectores económicos no generan beneficios a quienes tienen menores ingresos.

Las Políticas Publicas distributivas de transferencias directas de ingresos llegan a las familias de menores recursos y son utilizadas para pagar los aumentos de los precios ms caros que tiene los productos impidiéndoles mejorar o aumentar sus alimentos.

Entonces que hacer, sería la pregunta que tiene respuestas claras, combatir decididamente la inflación, principalmente de alimentos.

Reforzar o generar un nuevo plan estratégico de contención social y alimentaria en coordinación con merenderos y comedores.

Mejorar los recursos para que sea útil la asistencia por medio de Tarjeta Alimentar o Planes sociales (deben ser suficiente, integral y sostenible, política y financieramente), porque el Estado debe recuperar su rol del nivelador de inequidades y dejar de concebir las políticas públicas como algo estanco, las tenemos que mirar como blancos móviles. Tienen que ir variando, se tienen que ir perfeccionando continuamente.

Ir avanzando a un único derecho de seguridad social a las infancias y adolescencias, no estratificado según la condición laboral y socioeconómica de los padres, y diferenciando entre los niños que reciben AUH, Asignaciones Familiares contributivas y los que deducen por ganancias como la mal llamada “carga de familia”.

Reformular los sistemas impositivos para tornarlos progresivos.

Segundo, dejar de lado las internas y discusiones por posiciones de poder o especulación política o electoral.

Hay que entender el padecimiento, el hambre y la incertidumbre la gente. Y la política hoy nuevamente debe mostrarse y ser útil a quienes más necesitan.

*Abogado – Dirigente
Diplomado en Políticas Públicas Diplomado en Desigualdad
Diplomado en Docencia Superior Universitaria

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