Edna O´Brien Chica de Campo

Reseña: Chica de campo, de Edna O´Brien

Edna O’Brien (Tuamgraney, Irlanda, 1930) es una de las voces más prestigiosas de la narrativa en lengua inglesa de nuestro tiempo, aclamada tanto por la crítica como por los más prestigiosos autores contemporáneos.

Errata naturae ha publicado la mayoría de sus libros fundamentales, que ha presentado por primera vez a los lectores en español. O’Brien siempre sintió la necesidad de escribir; sin embargo, en 1950 terminó sus estudios de Farmacia, que había comenzado obligada por su familia. Su carrera literaria arrancó con Las chicas de campo (1960), que le proporcionó fama mundial tanto por su calidad literaria como por reivindicar la independencia de las mujeres en un ambiente hostil. La chica de ojos verdes y Chicas felizmente casadas que pueden leerse sin conocer el libro anterior, amplían las aventuras de las dos protagonistas de aquella primera novela. Considerada la grande dame de las letras irlandesas, desde la publicación de esa primera obra, Edna O’Brien ha creado un corpus literario único, con novelas como Un lugar pagano y Las sillitas rojas.

“He conocido la alegría y el dolor extremos, el amor correspondido y el no correspondido, el éxito y el fracaso, la fama y el vapuleo; he leído en la prensa que ya estaba caducada como escritora y, peor aún, que era una “Molly Bloom de baratillo”; y, sin embargo, a pesar de todo, he seguido escribiendo y leyendo, he tenido la fortuna de sumergirme de lleno en esa dos actividades intensas que apuntalado mi vida entera.” (8)

Chica de campo son las memorias de la escritora Edna O´Brien nacida en La República de Irlanda (Tuamgraney, Condado de Clare) en 1930.

En general, las memorias y autobiografías suelen estructurarse a partir de una escena inicial. Como si el pasaje de una vida por el lenguaje, la narración de la misma necesitara armar un dibujo previo desde el cual establecer un posible comienzo. Por ejemplo, las memorias de Rebecca Solnit, “Recuerdos de mi inexistencia”, se inician con una escena frente al espejo en la que ella siente que se desvanece, su inexistencia.

En las memorias de Edna O´Brien se trata de dos comienzos o un comienzo en dos tiempos. Primero: en el “Prólogo” narra la decisión de escribir sus memorias a los 78 años cuando luego de un estudio médico busca un libro de recetas y después de más de treinta años cocina pan irlandés. El “olor antiguo, fuente de muchos recuerdos”. Segundo: en el primer capítulo titulado “Fantasmas” se relata dos sueños opuestos en uno de los cuales se dirige a Drewsboro, la casa de su infancia, y dos soldados le cierran el paso y, en el otro, se encuentra en la habitación donde nació y “las puertas y ventanas están cerradas a cal y canto”.

“Chica de campo” se estructura en cuatro partes y si bien podemos encontrar una narración que avanza recorriendo la vida de Edna no es del todo lineal y, en ocasiones, la falta de fechas hace difícil ubicar el tiempo en que transcurren los hechos.

En la primera parte se narra la vida en el campo y, sobre todo, el vínculo con su madre y su hermano en litigio por la sucesión de la casa de Drewsboro que se describe en detalle. También se presentarán ciertos personajes típicos del lugar: los gitanos, la loca del pueblo, el vagabundo, los vecinos y la maestra rigurosa donde se encuentra presente el fuerte nacionalismo irlandés a través de las lecciones de historia y el catolicismo con los libros de oraciones y antologías religiosas. Esta primera parte concluye con cierta experiencia sexual con Roland, una especie de vagabundo.

La segunda parte se centrará en los primeros pasos en el camino de lograr su independencia. En este proceso se muda la gran ciudad, al Dublín de los años 50 en donde estudiará para farmacéutica:

“Después de avanzar a trompicones por caminos rurales y campos en plena noche, intermitente el fulgor de la linterna y la batería en peligro constante de quedarse frita, Dublín resulta fascinante…” (105)

Los paseos por el hotel Gresham, la columna de Nelson, el edificio de correo donde en 1916 los rebeldes proclamaron la constitución y poco después fueron fusilados, el puente O´Connel, el Trinity College, los espectáculos en Capítol, las compras en tiendas y al ansia de ser admitida en el “mundillo de las letras”. También tiene su primera relación sexual y el peso de la educación religiosa no deja de sentir culpa.

También conocerá a Ernest Gébler, un escritor con el cual se irá a vivir y al que su padre, el hermano y un Abad irán a buscar sorpresivamente para separarlos en una escena violenta y grotesca. Con Ernest se casará finalmente y tendrán dos hijos. En Londres en tres semanas escribe “Chicas de campo”, su primera novela impregnada por su madre y frente a la cual su marido le dice “Sabés escribir nunca te lo perdonaré”:

“Ante mis ojos se aparecía con una claridad meridiana aquel mundo anterior, aquella época en la que creía que en nuestros prados y hondonadas dormía una especie de música antigua, centenaria, Me esforzaba por soñar con Drewsboro por las noches para refrescar la memoria.” (166 y 167)

Novela por la cual recibe un gran repudio de su madre y de muchos de sus antiguos vecinos, así como de sectores eclesiásticos. A esta novela le sigue “La chica de ojos verdes” por la cual recibe un importante pago para una adaptación cinematográfica. Dinero que como el anterior se lo queda su marido a través del uso de la violencia. Luego de la separación y del juicio por la tenencia de sus hijos, escribe “Chicas felizmente casadas” y logra comprar la “otra casa”. A partir de su éxito se le abre el mundo no solo de la literatura sino del cine con sucesivas adaptaciones, obras de teatro y escritura de guiones. La narración de los vínculos con este mundo y las fiestas en su casa abarca gran parte del libro y entre las personalidades con las que se relaciona están Robert Michun, John Huston, Paul MacCartney, Marianne Faithfull, Sean Connery, Jane Fonda, Marguerite Duras, Samuel Beckett, Jacqueline Kennedy Onassis entre otros:

“Todavía me asombra haber conocido a toda aquella gente; una serie de carambolas nos juntaron y unieron en la quimera de los swinging sixties. Era una época de lo más inocente. Los famosos no eran tan famosos y no iban por ahí acompañados de presuntuosas cohortes” (228)

La tercera parte se relaciona con los problemas para escribir y con la entrevista a Gerry Adams (IRA) en 1994 a partir de la cual investiga y recupera la historia de los enfrentamientos violentos entre el IRA y los unionistas con epicentro en Belfast. Mientras que en la cuarta, ya en su vejez, regresa a Drewsboro junto a una fotógrafa para registrar lo que queda de su casa.

“Chica de campo” es un libro extraordinario que traza el dibujo de una vida que a partir de los condicionamientos familiares, religiosos y de género nos narra una vida centrada en la búsqueda de un nuevo lugar y en la independencia como mujer y escritora.

Editorial Errata Naturae
2018: 420 páginas
Traducción: Regina López Muñoz

 

Add a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *