Montiel, De La Cruz y Borré deben renovar sus contratos y River apura las gestiones antes de que los jugadores tengan libertad de acción.
Las renovaciones de Montiel, De la Cruz y Borré están encaminadas. No es un buen momento en la Argentina pero estamos haciendo el máximo esfuerzo”. Enzo Francescoli, como muchas otras veces durante el semestre, repitió su discurso respecto de un tema que en apariencia no inquieta a los dirigentes ni a Marcelo Gallardo pero que genera inquietud en los hinchas.
Porque los jugadores en cuestión, a los que se les vence el vínculo el 30 de junio, no sólo son titulares: también son piezas fundamentales en el equipo del Muñeco. Y los tres están a poco más de dos semanas de poder negociar su futuro como agentes libres.
Pero aunque tanto el manager como D’Onofrio insistan en que no se imaginan una sorpresa a partir del 1° de enero, cuando de acuerdo con la legislación de la FIFA tanto el defensor argentino como el volante uruguayo y el delantero colombiano quedarán en condiciones de negociar sus contratos con otra institución si así lo desearan, los días pasan y las firmas no se concretan.
Si bien por una cuestión de conveniencia dirigencial se pone a todos los futbolistas en un mismo plano, no lo están. Con Borré, cabe recordarlo, hay un impedimento legal: como parte del acuerdo de compra con el Atlético de Madrid se estableció que para que pueda extender su vínculo a mitad del año que viene, River debe comprar otro 25% de su ficha en 3,5 millones de euros. De lo contrario, se quedará con el pase en su poder. Por eso en Núñez hace tiempo sueñan con lograr un acuerdo con el club español -previo consentimiento del delantero- por un precio más conveniente para que el dueño de la mitad del pase tampoco pierda su patrimonio. Que se dé, por el momento, parece menos factible que RSB corte su racha sin gritos.
A Montiel y De la Cruz no sólo los unen sus ganas de saltar a Europa apenas puedan: también el compromiso de ambos (por su intermedio o el de sus representantes) de no hacerlo con el pase en su poder. Aunque la cuestión se sigue dilatando.En el caso del lateral por el cambio de manager (Pablo Sabbag reemplazó a Marcelo Carracedo) y una sustancial diferencia en la cotización del dólar. Y en el del volante, porque curiosamente hace más de seis meses que Paco Casal no puede llegar al país para ponerle el moño a un acuerdo que -juran en Núñez- está cerrado hace rato.