Se trata de mina El Aguilar, en la provincia de Jujuy, de la que depende el 90 % de la población del lugar.
Más de 600 trabajadores de la mina El Aguilar, en Jujuy, siguen con incertidumbre las negociaciones entre la compañía, el sindicato y el Gobierno provincial ante el inminente cierre de ese centro productivo administrado por la firma Glencore.
El cierre definitivo de este emprendimiento minero podría ocasionar «una grave crisis social y económica» en la región de Humahuaca, aseguraron fuentes gremiales y comunales.
Desde el anuncio realizado por la Compañía Minera Aguilar, dependiente de la firma internacional a mediados de noviembre del año pasado, los trabajadores sostienen que «se puede seguir» con la extracción del mineral que posee el yacimiento.
En ese sentido, los mineros criticaron la comunicación «sorpresiva» de la empresa en relación a la declinación de recursos, y piden una «efectiva» intervención a las autoridades provinciales para solucionar el conflicto.
Por su parte, voceros vinculados a Glencore ratificaron el cese de operaciones en la mina y su inminente cierre, una decisión que parece inalterable desde que fue comunicada.
Al calor del esfuerzo de cuatro generaciones de mineros se conformó el pueblo que lleva el mismo nombre, el cual cuenta con poco más de 3.500 habitantes, un municipio y un cuerpo de seis autoridades legislativas.
Además, se mantienen en ese lugar tres instituciones educativas y profesionales, el mercado de abastecimiento, centros de salud, seguridad y múltiples organizaciones civiles.
Las personas que permanecen en este poblado en su mayoría son oriundas de las localidades de Abra Pampa, La Quiaca y Humahuaca, donde se albergarán en caso de que tengan que abandonar el territorio.