Perseverance aterrizó en Marte este jueves antes de las 18. Tiene el tamaño de un auto compacto y está equipado con siete sistemas de sensores desarrollados para ayudar a identificar y recolectar muestras que permitan investigar.
La nave espacial Mars 2020 de la NASA, con el rover Perseverance y el Helicóptero Ingenuity Mars dentro, se posó en Marte a las 17.56 de Argentina y de inmediato emitió señales de que comenzó a funcionar en la superficie del planeta rojo.
Del tamaño de un auto compacto, equipado con siete sistemas de sensores desarrollados desde hace más de seis años para ayudar a identificar y recolectar muestras que permitan investigar la vida en Marte y cargando con la primera aeronave que volará en el planeta rojo, comenzó una misión que durará al menos un año marciano, de 687 días.
Lanzado el 30 de julio de 2020, el rover Perseverance buscará señales de vida microbiana pasada, recolectará muestras selectas de rocas y sedimentos para su envío futuro a la Tierra, caracterizará la geología y el clima de Marte y allanará el camino para la futura exploración humana más allá de la Luna.
Perseverance también transporta un experimento tecnológico, el helicóptero Ingenuity Mars, que intentará llevara cabo el primer vuelo controlado y con motor en otro planeta.
Además de caracterizar la geología y el clima del planeta, el rover se centrará en la astrobiología o el estudio de la vida en todo el universo.
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— NASA's Perseverance Mars Rover (@NASAPersevere) February 19, 2021
El quinto rover de la NASA al cuarto planeta desde el Sol lleva un nuevo conjunto de instrumentos científicos para aprovechar los descubrimientos del rover Curiosity de la NASA, que ya confirmó que partes de Marte podrían haber sustentado la vida microbiana hace miles de millones de años.
Los científicos de la misión Mars 2020 creen que el cráter Jezero, el sitio de aterrizaje de Perseverance, podría albergar tal evidencia; saben que hace 3.500 millones de años, Jezero era el sitio de un gran lago, con su propio delta del río, y creen que si bien el agua puede haber desaparecido hace mucho tiempo, en algún lugar dentro del cráter de 45 kilómetros de ancho, o a lo largo de su borde de 610 metros de altura, biofirmas de que la vida una vez existió allí podrían estar esperando.
«Esperamos que los mejores lugares para buscar biofirmas serían en el lecho del lago Jezero o en los sedimentos de la costa que podrían estar incrustados con minerales de carbonato, que son especialmente buenos para preservar ciertos tipos de vida fosilizada en la Tierra», declaró Ken Williford, científico adjunto del proyecto de la misión del rover Perseverance Mars 2020 en el JPL.
«Pero mientras buscamos evidencia de microbios antiguos en un mundo alienígena antiguo, es importante mantener la mente abierta», agregó.