La falta de preparación de quienes conducen motos, ligada a la irresponsabilidad de los conductores, incide en esta estadística.
Las estadísticas de siniestralidad vial de la Dirección Policía Científica y Técnica de la Policía de la Provincia señalan que las motocicletas están involucradas en el 43% de los siniestros viales. El desconocimiento de las normas viales y la falta de respeto en otros casos, incide en esta alarmante estadística.
Las motocicletas deben circular como cualquier vehículo, no sobre las banquinas. Cuando va a sobrepasar a otro rodado, el motociclista debe advertir su intención de sobrepaso por medio del destello de luces de giro y observar por el espejo retrovisor para verificar que otro conductor no esté haciendo esa maniobra. En todos los casos, debe utilizar el indicador de giro izquierdo hasta concluir su desplazamiento lateral.
Los ocupantes –que en ningún caso pueden ser más de dos- deben llevar puestos cascos normalizados. El acompañante debe ir sentado y con los pies sobre el apoyapiés. Sus manos no deben ir sobre el cuerpo del conductor, ya que impiden que pueda maniobrar.
Para evitar accidentes es fundamental que el vehículo cuente con espejos retrovisores, el casco esté correctamente colocado y la patente visiblemente posicionada.
Al igual que los automóviles, las motocicletas deben respetar los límites de velocidad. En las calles de la ciudad, el límite es de 40 km/h y en las avenidas, de 60 km/h. El ingreso a las bocacalles no debe superar los 30 km/h y, al cruzar un paso a nivel, se debe ir a 20 km/h. En las autopistas -como la Circunvalación Oeste- las motocicletas no pueden exceder los 110 km/h.