12 de los clubes más poderosos crearon su propio torneo, pese a las advertencias de la UEFA, quien amenazó con sanciones.
Este domingo inició un serio conflicto en el fútbol europeo, 12 de los clubes más populares y poderosos cumplieron con lo que venían anunciando y comunicaron la creación de una nueva competición que no fue aprobada ni por la UEFA ni por la FIFA y que por lo tanto ha generado un estallido en el Viejo Continente cuyas consecuencias aún se desconocen.
Hartos de ser los que más generan y de que las decisiones de los organismos que rigen el fútbol provoque que la torta de ganancias se divida cada vez más, Milan, Arsenal FC, Atlético de Madrid, Chelsea, FC Barcelona, Inter de Milan, Juventus FC, Liverpool FC, Manchester City, Manchester United, Real Madrid CF y Tottenham Hotspur se convirtieron en los 12 fundadores de la Superliga de Clubes que comenzará en agosto y se amoldará al calendario. Además, en las próximas horas se sumarán otros tres conjuntos, según indica el escrito que fue publicado por esta docena de equipo.
El formato tiende a ser mucho más atractivo que el de la Champions League. ¿Por qué? Porque solo jugarán los mejores 20 equipos y además habrá más jornadas que en el certamen reinante de la actualidad. A los 15 fundadores se sumarán otros cinco que se decidirán en función de sus desempeños en sus ligas y entonces comenzará la acción.
La primera fase será de dos grupos de 10 integrantes con partidos de ida y vuelta. Es decir, que cada participante jugará 18 jornadas, mientras que en la Champions las zonas están conformadas por 4 equipos, lo que hace que cada uno juegue seis fechas y que, salvo en algún grupo de la muerte, los poderosos sepan que se clasificarán con tranquilidad a la siguiente instancia.
Aquí, de los 20 iniciales, solo ocho clasificarán a la siguiente fase: los tres primeros de cada grupo y los ganadores del repechaje entre los que quedaron en la cuarta y quinta colocación. Tanto los cuartos de final, como las semis se jugarán en cruces de ida y vuelta, mientras que la final será a partido único en sede neutral, al igual que en la Champions League.
La idea es que la Superliga Europea se juegue entre semana de agosto a diciembre, para dejar espacio a las ligas los sábados y domingos. Por eso chocará directamente con la Champions League, motivo por el cual la UEFA y la FIFA han estallado y han calificado como “rupturista” a esta creación.