Raúl Alberto Antonio Gieco -20/11/1951- es el nombre que figura en su DNI pero para todo el mundo es conocido artísticamente como León Gieco.
Cuentan las anécdotas de rock que, iniciando su carrera musical, León probaba sonido con la banda y, al instalar mal algunos equipos, los quemó a todos por esa mala conexión que realizó. Un músico amigo lo increpó y le dijo algo así como “Vos sos el rey de las bestias”. De allí que le quedara su apodo de pila: León.
El “Bob Dylan” de las pampas argentinas, nació en Cañada Rosquín, un pueblito del interior de Sana Fe. Este dato nos da alguna pista sobre sus herencias musicales, puesto que, como deja entrever en sus canciones, tiene un marcado acento y gusto por el folclore argentino. Pero no sólo ese género musical puede relevarse en sus discos sino que, como algunos lo identifican, sus producciones se caracterizan por fusionar muchos géneros musicales, principalmente el rock con el folclore, el folclore con el rock. No en vano Lalo Mir lo cataloga como un “folclorista rural, un rockero urbano”.
Inició su carrera musical a temprana edad, en Santa Fe, tocando covers de folclore por un lado y a la misma vez interpretaba temas de rock (The Beatles y Rolling Stones) con su primera banda: Los moscos. Quinceañero el león, ya era conocido en el ambiente artístico de Santa Fe. Luego tocó en muchos festivales populares y también grabó algunos de sus primeros trabajos en donde se destacan temas como Hombres de hierro, Sólo le pido a Dios, En el país de la libertad.
Encaramado en el ambiente rockero de los años setenta, forma parte de Porsuigieco, una rara mezcla de artistas rockeros como García, Mestre, Porchetto y Gieco. Siempre se caracterizó por evidenciar en sus letras ciertas connotaciones sociales y políticas, siempre a favor de las luchas y reivindicaciones populares, los derechos humanos, los pueblos originarios y el campesinado, además de brindar total apoyo a personas con discapacidades: un cantor de protesta, digamos.
Lleva grabados más de cuarenta álbumes, entre discos propios y participaciones en otros discos.
Ha demostrado a lo largo de su carrera una enorme coherencia hecha vida y hecha canción y musicalmente hablando, se lo considera como un vanguardista al mezclar géneros que en los comienzos de su carrera no habían sido explotados artísticamente.
Es uno de los pocos artistas que se dio el lujo de tocar con todos los popes de la música argentina (desde la negra Sosa hasta Spinetta, pasando por Cerati, Páez y Charly) y que tiene un reconocimiento mundial; un ejemplo de ello es la canción “Sólo le pido a Dios”, tema que fue grabado por una decena de artistas nacionales e internacionales y traducido a varios idiomas. Es un tema que León pensó y compuso en su pueblo natal para manifestarse en contra de las dictaduras militares suscitadas en toda Latinoamérica.
¿Una anécdota? Festival de Baradero. Termina de actuar Horacio Guarany y sube León al escenario. León tocaba “Guantanamera” y de sopetón aparece en el escenario Horacio, vestido “gauchescamente”, se prende al micrófono y comienza a cantar “Sólo le pido a Dios”, mientras la banda tocaba “Guantanamera”… un desastre para los oídos, digamos. Hasta que H. Guarany dice “Viva León, carajo” y se retira del escenario. Cuando León se iba de Baradero se encuentra con un productor y éste le comenta que en ese momento, Horacio estaba desenfrenado comiendo y bebiendo whisky y le pregunta al productor: “Qué es ese disco?”, a lo que el productor le dice: “No es un disco, está tocando en vivo León Gieco”- “Qué bien que suena”, dijo Guarany y se mandó al escenario.
Pasaron varios años y León visita un programa televisivo. Antes de empezar, el conductor estaba hablando por teléfono y dice. “Aquí llegó León Gieco; sí te paso con él”. Del otro lado, la voz de Horacio Guarany saluda a León y le dice: “¿Te acordás cuando cantamos juntos en Baradero? ¡Qué vergüenza!” Y León le contestó: “No, fue un honor, en serio, aunque hayas cantado otro tema”
Por Nelson Coronel para Alegre Distopía, un programa de música, literatura y artes varias que imprime una mirada irónica y humorística a estos tiempos distópicos. Escuchalos todos los jueves de 14 a 16 horas por Radio Nacional Salta – AM690 o FM 102.7