La concejala se definió como una sobreviviente de la política. En las próximas elecciones disputará una banca en la Cámara de Diputados de la Provincia y aseguró que, en 2023, buscará ser intendenta de la Ciudad de Salta.
Romina Arroyo entrevistada por Diego Comba para el ciclo La Rosca, reflexionó sobre el rol que ocupa, sus orígenes y aspiraciones en política. Además se expresó sobre las desigualdades en los ámbitos de poder: “Todo el tiempo tenemos que demostrar que somos idóneas y que podemos”, aseguró.
Conocedora de la rosca política que se genera entorno a los proyectos de ordenanza, la concejala afirma que el trabajo tiene que estar apoyado en el diálogo y en el respeto hacia los pares. De ahí en adelante, aunque muchos piensen distinto, si los proyectos son buenos se llega a un consenso “siempre y cuando el objetivo sea un bien común”.
Es licenciada en Comunicación Social, réferi Internacional de Boxeo, concejala por la Capital y candidata a diputada Provincial por la lista Gana Salta. Si bien está afiliada al PJ hace más de 10 años, Romina Arroyo asegura que en sus inicios, no fue tenida en cuenta para ocupar ningún rol político en ese espacio. La posibilidad y el apoyo llegaron cuando Alfredo Olmedo la convocó para encabezar lista y de esta manera accedió a una banca en el Concejo Deliberante de la Ciudad.
“Es muy difícil mantenerse en política como mujer, en Salta y en el Poder mandan los hombres, son ellos quienes deciden quienes encabezan listas, es una realidad. Todo el tiempo tenemos que estar demostrando por qué merecemos los lugares” aseveró. Agregó que no pretende mostrarse como feminista extrema sino como “una gran luchadora de la igualdad de oportunidades”.
Pese a los avances sociales en materia de inclusión e igualdad, enfatizó en que aún hoy la política es un mundo de hombres y que cuesta mucho que las mujeres sean tenidas en cuenta para cargos jerárquicos tanto en los órganos legislativos como en el Poder Ejecutivo. Defendió la Ley de Cupo Femenino que permitió a las mujeres participar, pero resaltó que con la suspensión de las PASO y las listas encabezadas por hombres, no se logra el objetivo de equiparar la representatividad.
Consideró que la clase política tiene bien ganada la mala fama, ya que a lo largo del tiempo y aún en la actualidad, hay políticos corruptos, representantes que ocupan una banca pero que no trabajan, legisladores nacionales que nunca presentaron un proyecto ni pelearon por Salta. Aseguró que la única manera de cambiar esto es la conciencia del pueblo a la hora de votar, investigar quienes son los candidatos, qué proponen, qué cargos se disputan. Cuestiones que mediadas por la tecnología de la información y la comunicación resultan sencillas para el electorado.
Romina Arroyo secunda en la lista a Javier David, ambos aspiran a ocupar lugares en la Cámara de Diputados de la Provincia. Calificó a su compañero de lista como “un hombre muy serio que tiene mucha experiencia en la política y que pone sobre la mesa de la misma manera la opinión de las mujeres y la de los hombres”.
En el espacio político liderado por Sáenz, aseguró que lo que pretenden es aportar soluciones, proyectos de ley para la post pandemia “Deseo ser diputada, la Cámara es un trabajo a nivel Provincial y un gran desafío. Tengo pensados proyectos que tienen que ver con la violencia de género, con el incentivo a las PyMEs para generar ocupación y empleo”.
Sumó que la situación de desempleo y pobreza en Salta es alarmante e hizo hincapié en generar herramientas para incrementar la educación e inserción laboral de jóvenes y de mujeres con responsabilidad de crianza.
Finalmente, anticipó que se encuentra trabajando para disputar la intendencia en las elecciones 2023.
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