La medallista olímpica con Las Leonas llegó este domingo a la ciudad de Salta, donde fue recibida por miles de salteños en el aeropuerto.
Desde el aeropuerto internacional Martín Miguel de Güemes hasta la rotonda que ingresa a la Universidad Católica de Salta. Ese fue el trayecto que llevó a la defensora de Las Leonas que vistió los colores de la Selección argentina de hockey en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, con solo 18 años y seis meses.
Miles de salteños acompañaron en sus vehículos y desde las calles para agradecer el desempeño de la deportista local. Consiguió la primera medalla olímpica del deporte salteño.
Detrás de la autobomba, sus padres Gabriel Raposo y María Eugenia Ruiz de los Llanos junto a su hermana Bárbara (en Buenos Aires la espera Camila, su referente y hermana mayor), detrás: el resto de la familia, amigos, compañeras del club Popeye y fanáticos. Valentina no lo puede creer. Salud y rompe en llanto.
“A la gente le digo que gracias por todo y estoy muy emocionada”, dijo sin imaginar lo que iba a pasar apenas unos minutos después en una caravana interminable que tuvo un cierre de película con una lluvia de papeles picados y la bandera de Popeye Béisbol Club, su lugar en el mundo, colgada en la avenida Reyes Católicos, en la zona norte de la ciudad, muy cerca de su casa.