Un sujeto de 39 años fue condenado por resultar autor del delito de abuso sexual simple en perjuicio de una menor pero como la pena fue de tres años condicionales fue dejado en libertad.
El imputado fue denunciado por la madre de la víctima. La mujer contó que el acusado era amigo de la familia y lo consideraban una persona de confianza, por lo que en algunas ocasiones se quedaba a dormir en su casa. Manifestó que lo denunció luego de descubrirlo sometiendo a tocamientos impúdicos a su hija de cinco años.
La jueza María Victoria Montoya Quiroga, vocal de la Sala II del Tribunal de Juicio, ordenó que el acusado continúe en libertad por la modalidad de la condena y le impuso reglas de conducta que deberá cumplir estrictamente.
Entre ellas, prohibición de acercamiento a la víctima, a su madre y a su grupo familiar en un radio de 300 metros, así como a su domicilio y lugares que ellos frecuenten; obligación de adoptar o mantener oficio lícito, acorde a sus capacidades; prohibición de consumir estupefacientes y de abusar de bebidas alcohólicas, entre otras obligaciones.
La jueza ordenó además la extracción de material genético del condenado para su inscripción en el banco de datos correspondiente.