Juan Moreyra

“Nunca me voy a olvidar lo que pasó en Gallinato”

Nicolás Alancay y Juan Moreyra, recuerdan lo sucedido durante el terrorismo de Estado en El Gallinato, lugar donde fueron dinamitados Carlos Estanislao Figueroa, Daniel Loto Zurita, Gemma Fernández, Héctor Gamboa, Martín Cobos y Silvia Aramayo.

En el Paraje El Gallinato se dinamitaron cuerpos de hombres y mujeres perseguidos por su militancia política, sindical y social, que fueron secuestrados por las fuerzas armadas y de seguridad provincial y federal, en el marco del plan sistemático de terror y exterminio ejecutado por la última dictadura cívico-militar (1976-1983).

El ocultamiento de los cuerpos de los detenidos-desaparecidos completaba el circuito criminal de secuestro, tortura, muerte y desaparición que llevó adelante el terrorismo de Estado. Estos actos se llevaban adelante en el Municipio de La Caldera, que integraba el Área 322, bajo dependencia directa de la Subzona 32 con jurisdicción en las provincias de Tucumán, Salta y Jujuy, subordinada al Cuerpo de Ejército III con asiento en Córdoba en ese entonces a cargo del despiadado “Cachorro” Menéndez.

Juan Moreyra (63) y Nicolás Alancay (60) fueron testigos de las explosiones, a 45 años de la masacre de Gallinato, ellos relatan lo ocurrido en ese tiempo:

“Yo tenía 17 años y transitaba en bicicleta temprano para ir a trabajar a Yacones, desde mi casa en el kilómetro 9 se, escuchaban explosiones. Al principio no entendía que pasaba, más tarde me enteré que dinamitaban gente y vi restos humanos en el suelo y la copa de los árboles”, relata, “estaba la policía y el ejército, me preguntaron que hacía ahí, eran dos un civil y un uniformado en un Ford Falcon, que me prohibieron el paso. Por suerte, me dejaron ir, pero yo pensé que me iban a dar un tiro por la espalda”, expresa Juan Moreyra.

Juan Moreyra

Testigo de los hechos de el paraje El Gallinato en Septiembre de 1976

Alancay, que en ese entonces tenía 13 años, cuenta que fue testigo de explosiones mientras caminaban por la calle del paraje para tomar el colectivo que pasaba por la ruta, “un viernes a la madrugada, pasábamos con mi madre y vimos una persona descuartizada. Fue muy angustiante, nunca me voy a olvidar de lo que pasó”, cuenta y se emociona.

Juan y Nicolás fueron testigos de los juicios de la “mega causa” y cuentan que en ese período se encontraron con los familiares de las víctimas del terrorismo de Estado, ·Es muy duro ver las familias sufrir, conocer la historia de de aquellos que fueron dinamitados en nuestro paraje”, expresa Moreyra. En tanto Alancay comenta “quiero que todos se enteren lo que pasó en el 76 aquí porque fue muy grave, no quiero que nunca más se repita, que le prendamos velas y recemos porque lo que les pasó a estas personas no tiene nombre”.

 

Nicolás Alancay

Con 13 años presenció los hechos ocurridos en manos de las fuerzas de seguridad durante la dictadura militar en el paraje El Gallinato

El trabajo de la Memoria, la verdad y la justicia en Gallinato

El Gallinato fue señalizado como lugar de exterminio sistemático de personas. Años después fue baleado y vuelto a colocar, a la fecha se encuentra pintado de blanco. Los organismos de derechos humanos aguardan el avance del expediente del programa “Sitios de la Memoria” a cargo de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación para su reparación.

Este cartel tenía el siguiente texto: «El ocultamiento de los cuerpos de los detenidos-desaparecidos completaba el circuito criminal de secuestro, tortura, muerte y desaparición que llevó adelante el terrorismo de Estado”.

Durante los años 2012 y 2013 se llevó adelante el juicio de la «Mega causa Salta» donde, gracias a testimonios de vecinos (entre los que se encontraban Alancay y Moreira) quedaron demostrados los hechos que sucedieron en el paraje » El Gallinato».

El único resto identificado del lugar fue el maxilar de Gemma Fernández, hallado un año después en una fosa común en el Cementerio de la Santa Cruz que luego sería extraviado por el Juzgado Federal a cargo de Ricardo Lona, quien fuera condenado a 15 años de prisión domiciliaria por su participación en delitos de lesa humanidad en el Juicio “Lona-Ragone”.

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