La justicia de Salta condenó a una mujer de 54 años por promoción de corrupción de menores pero la pena fue de tres años de ejecución condicional, por lo que quedó en libertad.
Rocío Mariel Rivas (54) fue condenada a tres años de prisión condicional por resultar penalmente responsable del delito de promoción o facilitación de la corrupción de menores de dieciocho años.
La mujer fue condenada en un juicio abreviado llevado a cabo en la Sala II, presidido por el juez Ángel Amadeo Longarte.
La mujer fue denunciada por la madre de una menor de 16 años. Manifestó que la acusada se encontraba en un hotel de la ciudad de Buenos Aires junto a su hija y le pidió a la adolescente que se arreglara y se pusiera linda. Salieron del hotel y le indicó a la menor que subiera a un automóvil conducido por un hombre. El sujeto le dio a la joven 300 pesos y la llevó a un motel alojamiento, donde fue detenido por personal policial.
El juez le impuso a Rivas las siguientes reglas de conducta durante tres años: fijar residencia y someterse al cuidado de la autoridad de control; terminar los estudios secundarios; realizar estudios o prácticas para su capacitación laboral o profesional.
Estas reglas podrán ser modificadas por el tribunal cuando lo considere conveniente. En caso de que la imputada no cumpla con las obligaciones, el tribunal podrá disponer que no se compute como plazo de cumplimiento todo o parte del tiempo transcurrido. Y si la condenada persistiese o reiterase el incumplimiento, deberá cumplir la pena de forma efectiva.