Estuvimos conversando con Andrea Prodan, actor de cine, músico y compositor italiano radicado en la Argentina. Es el hermano menor de Luca Prodan, el frontman de la legendaria banda Sumo, conjunto que cambió el rock nacional para siempre. Él vino desde Europa al Valle de Traslasierra y pudo hacer su propio camino artístico. Una entrevista imperdible de Lucas Bertone para Alegre Distopía en donde recorreremos su historia y la de su familia, sus aventuras, lo que Luca significó en su vida y su presente y su futuro artísticos.
Junto con Luca son los dos únicos romanos de la familia Prodan, tus hermanas Claudia y Michela nacieron en Pekín, tu mamá en Shangai, tu papá en Estambul. ¿Cómo era vivir en una familia tan cosmopolita?
Para nosotros era totalmente normal. Te digo la verdad, Luca y yo nos sentíamos como los más aburridos, porque los otros integrantes de la familia venían cargados con todos esos viajes, esas historias, los idiomas que nosotros no hablábamos. Mis viejos, cuando no querían que Luca o yo escucháramos lo que ellos hablaban, conversaban en chino mandarín. Éramos una familia exótica en todos lados. Cuando fuimos a estudiar con Luca a Inglaterra yo y a Escocia él, éramos los raros, justamente por todas esas mezclas que teníamos. Igual, para los argentinos esto no es tan raro, porque los argentinos vienen de todos lados, puede tener ancestros polacos, alemanes, italianos, españoles.
¿Cómo llega el cine a la familia Prodan?
Mi papá llegó desde China y empezó a trabajar en Italia después de la Segunda Guerra Mundial. Trabajaba en Cinecittà, que era el estudio más grande de Cine en Europa. Él sabía muchos idiomas y era muy útil eso para las producciones, porque se hacían muchas películas de Hollywood ahí. Él fue productor y director de cine, ganó un premio importante en el Festival de Venecia con su película Una cruz sin nombre. Después dejó el cine y se dedicó a su especialidad, el arte chino. Mi hermana Michela terminó dedicándose al cine toda su vida y yo hice más de cuarenta películas, viajé muchísimo. Hasta que llegué a Argentina y me relajé para dedicarme a la música, que es lo que más libertad me da, lo que amo.
Sos un actor de cine muy reconocido. Laburaste en varias películas con figuras de la talla de Ornella Muti, Bruno Granz, Ava Gardner, Fernando Rey, Federico Fellini, entre otros. ¿Cómo fue tu experiencia de trabajar con esos gigantes de la filmografía mundial? (Luca aparece tocando la flauta en una película de Fellini)
No fui un actor reconocido. Sí fui una promesa en Italia y trabajé mucho. De todas formas no era un trabajo que me llenara, sino que me vaciaba cada vez más, por eso lo dejé a tiempo. La gente ve el éxito y piensa “¡qué suerte que tiene este!”, pero no entienden el precio personal que tiene ese éxito. Yo necesitaba más tranquilidad en mi vida y eso lo encontré en la música. Y trabajar con toda esa gente es muy gracioso, porque al final, cuando los conocés, son personas. Algunos tienen una actitud más de estrellas, porque se acostumbraron a ser más mimados por ser famosos, otros son cancheros. Pero son personas que tienen algo especial y eso es lo más divertido, porque siempre tienen algo para contar, tengo muchas anécdotas. Eso lo reciclo, yo tengo una banda que se llama Prodan Pandora Pow y con ellos voy por el país contando estas historias de mi vida, mi familia, de encuentros y otras cosas. Mezclo todo eso con canciones mías, inéditos de Sumo, de la época de Luca en Londres con su banda New Clear head, que no la conoce nadie.
Luca aparece vestido de hippie tocando la flauta en una película de Fellini.
Esa es una de esas rarezas, no es algo trascendente, pero es gracioso. Luca estaba en un grupo de hippies posta posta, y Fellini los fue a buscar para que aparezcan en su película Roma. En una toma panorámica aparece Luca arriba de una escalera en la Trinidad dei Monti, en Roma, tocando la flauta. Luca contaba que él habló con Fellini y que después el director usó alguna de esas cosas que le había contado para la película. Yo también trabajé con Fellini en dos películas. Él era como un pulpo que se alimentaba de todas las anécdotas que le contaban.
Luca contaba en las entrevistas que decidió venirse para Argentina cuando Timmy McKern le mandó una foto de él junto a su familia y su perro en Traslasierra. ¿Vos cómo te decidiste instalar en nuestro país y, más precisamente, en el Valle de Traslasierra?
Yo vine a verlo a Luca la primera vez en 1982, y este fue el primer el primer lugar que conocí aparte de Hurlingam. Nunca pensé en que yo me iba a quedar a vivir acá. Cuando volví a grabar mi primer disco en el `95, conocí a una mujer, tuvimos un hijo y ya me quedé. Mi hijo decidió mi destino, porque quería estar cerca de él y me quedé para siempre en Argentina. Ahora me compré una pequeña casa con la que ahora es mi compañera y tuve dos hijos más, Traslasierra es el centro de mi mundo. Es un lujo vivir acá, es un lugar muy puro, maravilloso.
¿Cómo era tu relación con Luca?
Era muy parecida a la que tiene cualquier hermano, después, con el tiempo, él se fue transformando en un mito argentino. Antes, éramos dos hermanos con un interés desbordado por el rock. Yo estaba fascinado por las andanzas de Luca, era bastante travieso y te chupaba en todas sus aventuras. Era medio peligroso tenerlo a Luca de hermano, porque había que saber cuándo parar (risas). Él era tranquilo, pero siempre en su cabeza estaba craneando algún nuevo quilombo tremendo que cuando te dabas cuenta, ya te había chupado adentro.
¿Qué es lo que más extrañás de él?
Y, yo extraño esto, me imagino. Él era una de esas personas que te empujaba a hacer lo que por vagancia o cagazo uno no haría. Esas personas son particularmente atractivas si sos joven, cuando sos más grande vos armás tus propios quilombetes porque sabés dónde querés que paren. En la adolescencia, tener un amigo como Luca era lo máximo. Luca era un espíritu bastante adolescente y medio sabio, pero extrañamente también poco sabio en otras cosas.
Acá en Argentina (y no estoy descubriendo la pólvora con lo que digo) Luca es un mito y Sumo es una de las bandas influyentes del rock nacional. A pesar de eso vos empezaste tu camino y te lo hiciste desde lo individual y marcaste tu línea musical con total originalidad ¿Cómo es convivir con ese mito desde las expectativas del público?
Sumo marcó una época y es una banda que sigue vigente porque el rock no ha producido grandes cambios de interés, no sólo en Argentina, sino que también está estancado en el mundo. Eso si hablamos de lo que las discográficas nos proponen, porque si vas buscando un poco hay millones de bandas haciendo cosas interesantes. Yo traté de hacer mi propio camino, y el que quiera conocer lo que hago se va a dar cuenta de eso, es así como lo decís. En un punto ser el hermano de Luca siempre me va a tener atado a su historia. Uno tiene que aceptar esto con humildad y divertimiento. Yo no tengo ningún problema con eso. Yo no necesito de eso para vivir, lo hago porque me divierte tocar un tema de Sumo o de Luca en algún recital. Hay mucha más gente que vive más de Luca que yo, que soy su hermano, fijate en todas las bandas tributo y eso.
Cuando viniste a Argentina grabaste Viva Vocce, un disco que hacés sólo con tu voz, que fue muy elogiado (hasta Peter Gabriel lo señala como disco del año, también lo elogia Susan Sarandon) ¿Cómo surgió esta idea?
Ese disco fue un placer grabarlo, fue un disco muy importante porque me permitió alejarme de la actuación pero manteniendo el hecho de que yo quería ser distintas personas. Viva Vocce es un juego y es un disco muy original. Fue una terapia para mí. Peter Gabriel me escribió una carta a mi casilla de correo acá en Nono. Él se contactó conmigo y averiguó mi dirección porque es muy amigo de Susan Sarandon, que también es amiga mía y soy el padrino de su primera hija. A ella le encantó mi disco y le regaló una copia a Peter Gabriel y después me escribió y empezamos una relación de amistad epistolar.
¿Pensás venir a Salta en algún momento?
Siempre pienso en ir a Salta. Prodan Pandora Pow es un show pensado para el interior, es para darle la oportunidad a la gente que está alejada de los centros de antes, como Buenos Aires, de que pueda escucharnos. Uno siempre piensa en el centro, pero francamente eso hoy en día ya no existe, todos con nuestros celulares somos el centro de algo. Y eso está bueno, porque estamos en contacto mucho más. Yo siempre quiero volver a Salta porque ahí filmé una película de Luis Sepúlveda que se llama Nowhere con Leo Sbaraglia, Harvey Keitel, Jorge Perugorría, Daniel Fanego y otros actores más. Seguramente vamos a ir a tocar a Salta.
¿Y Romapagana de qué se trata?
Romapagana ya tiene 18 años, es parte de mi familia. Es una banda de rock poderosa y original, diría que es donde pongo mis fantasmas más oscuros. Tiene una crítica social, que también a veces es graciosa, porque si no ves a la realidad como algo cómico, a esta altura te querés matar. Cuando entramos a tocar en los shows, lo hacemos como un pequeño grupo de terroristas musicales, ponemos nuestras bombas y salimos. Somos guerrilleros del rock.
Escuchá la nota completa aquí:
Por Lucas Bertone para Alegre Distopía, un programa de música, literatura y artes varias que imprime una mirada irónica y humorística a estos tiempos distópicos. Escuchalos todos los jueves de 14 a 16 horas por Radio Nacional Salta – AM690 o FM 102.7