El Presidente encabezó la reunión de ministros en la ciudad tucumana de Monteros, en la que se firmaron casi 40 convenios por financiamiento y anunciaron obras e inversiones en diversas áreas.
El presidente Alberto Fernández subrayó la necesidad de «terminar con la estructura de una Argentina central y una periférica», para lo cual se debe «poner en valor el norte argentino, porque tiene un monto de riqueza no explotada», al tiempo que llamó a «construir otro mundo, otra Argentina» después de la pandemia de coronavirus, con «más justicia y más equilibrio».
Fernández dijo que con ese objetivo «hay que impulsar que inviertan los que más tienen» y pidió que «los que se llevaron la plata afuera, la traigan» de regreso al país, porque «el crecimiento tiene que llegar a todos» ya que «no estamos condenados a tener esta desigualdad en la que vivimos».
El Presidente encabezó una nueva reunión del Gabinete Federal en la ciudad tucumana de Monteros, durante la cual se firmaron casi 40 convenios por financiamiento y anunciaron obras e inversiones en diversas áreas de la provincia por más de 33.000 millones de pesos.
Afirmó que el país «está creciendo a pasos acelerados, mucho más de lo que todos preveían», y que «lo primero que tenemos que lograr es meter en la cabeza de cada argentino y argentina que podemos hacer una Argentina más justa», porque luego de «tanto dolor» producido por la pandemia de coronavirus es necesario «reflexionar» para «construir otro mundo, otra Argentina».
En ese marco, a fin de superar las asimetrías es necesario asumir que «el federalismo no es un discurso, es convocar al desarrollo integral de la Argentina», dijo, y apuntó que para eso «hay que impulsar a que inviertan los que más tienen, a los que tienen la plata afuera que la traigan y la pongan en la Argentina a producir, dando trabajo y crecimiento. Y hay que garantizar empleo a cada argentino».
El Jefe de Estado afirmó que «necesitamos que la Argentina crezca por igual en todos los sectores, porque no tiene sentido que algunos crezcan y otros sigan postergados», el desarrollo tiene que ser «integral, más justo, con más equilibrio», y dijo que «no tiene sentido volver a reconstruir la injusticia» del pasado.
«Todos los días pienso si la ciudad capital no tendría que estar en un lugar distinto a Buenos Aires, venirse al norte y darle todo el potencial que le da una ciudad capital», estimó en una mención que recordó el proyecto del expresidente radical Raúl Alfonsín de trasladar la sede del Gobierno a Viedma, provincia de Buenos Aires.
Por su parte, el Jefe de Gabinete, Juan Manzur, abogó por avanzar en «un proceso de dotar al interior y norte argentino de la infraestructura, logística y capacidad para generar trabajo y este es el gran desafío que planteaba el presidente: que la gente tenga la posibilidad de quedarse a vivir en su lugar».
Manzur señaló que las medidas de promoción «tienen que ver con deudas históricas que el Gobierno nacional mantiene desde hace décadas con el Norte Argentino» y tras criticar «la deuda irresponsable» tomada por el gobierno macrista, destacó que «pese a todas las dificultades el rumbo está claro, la convicciones nunca se modificaron y vamos a poner a la Argentina de pie».