Los locales ganaban 2-0 antes de los 15 minutos, pero la potencia de Vinicius y Benzema empujó a los españoles que lo dieron vuelta y casi que liquidaron la serie.
Liverpool comenzó el duelo siendo arrollador. En llamas Anfield, explotó después del golazo de taco del uruguayo Darwin Núñez tras pase de Mohamed Salah. Iban apenas 3 minutos. Algo bueno parecía venir para los ingleses: lograron vencer Thibaut Courtois en el primer remate al arco.
Para colmos, luego cometería un grosero error. Carvajal le dio un pase simple para atrás, pero a Courtois la pelota le pegó en la rodilla derecha y Salah tocó al gol. Un blooper, sí, cuando el reloj no había llegado al cuarto de hora.
Era una maravilla Liverpool. Ganaba y estaba más cerca del tercero que del descuento del Madrid. Pero los españoles no entran en pánico, como dijo Klopp. Tampoco necesitan brillar para marcar. Entonces, en una jugada aislada, Vinicius arqueó el cuerpo para un costado, soltó el pie derecho y la clavó abajo, en el palo izquierdo de Alisson.
Y ya quedó en partido el Merengue, más allá de que los locales seguían dominando. Alisson le negó el empate a Vinicius en una jugada calcada al primer gol, nada más que el arquero logró desviarla. Pero unos segundos después, el arquero brasileño intentó salir jugando, entregó mal un pase que rebotó en Vinicius y se metió en el arco. Otro blooper, sí.
El inicio del segundo tiempo fue el principio del fin para Liverpool y la inauguración del festival para Real Madrid. A Vinicius le hicieron una falta cerca del arco y Eder Militao le puso la cabeza a un centro perfecto de Modric. Lo llamativo fue que la defensa local marcó en línea metido bien adentro del área chica; el zaguero llegó desde atrás y festejó sin oponentes.
Y Liverpool sí entró en pánico, como lo hacen todos los equipos menos el Madrid. Todo el escenario se le volvió en contra al local y cada corrida de Vinicius fue un peligro. A la jornada le faltaba la aparición de Karim Benzema y el francés se despachó con un doblete, el primero con ayuda de Joseph Gómez, que desvió un balón que iba a las manos de Alisson.
Los miles de españoles que estuvieron en Anfield terminaron el duelo entre «olé, olé, olé» y el cántico «así, así gana el Madrid». Ganó, goleó y gustó Real Madrid en Inglaterra y por Champions. Y demostró que sigue siendo el equipo más ganador y confiable de la historia.