El aumento del desempleo y la aceleración inflacionaria del primer semestre de Javier Milei impactaron sobre la población de menores ingresos.
Producto del aumento del desempleo y del impacto de la inflación sobre los sectores más pobres de la población, en el primer trimestre de 2024 la desigualdad por ingresos creció a su nivel más preocupantes desde que se elaboraron los nuevos registros.
El Coeficiente de Gini, que mide el nivel de disparidad entre los ingresos de los más pudientes y los más necesitados, trepó al 0,467, su valor más alto desde al menos el segundo trimestre de 2016, según un informe publicado este martes por el INDEC.
Por otra parte, el relevamiento sobre la evolución de la distribución del ingreso mostró que entre enero y marzo el decil de mayores ingresos recibió 15 veces más dinero que el decil más pobre, cuando en el mismo período del año pasado esa brecha era de 14.
Los datos reflejaron también que el 62,2% de la población total percibió algún tipo de ingreso, cuando hace un año ese porcentaje era del 62,6%. El ingreso promedio fue de $369.085, lo cual implicó un incremento interanual del 198%, contra una inflación interanual que en marzo rozó el 290%.
Respecto a la población ocupada, se registró un ingreso promedio de $350.593. Mientras el ingreso promedio de los primeros cuatro deciles de la población (los más pobres), fue de $118.759, el ingreso promedio del estrato medio (deciles del 5 a 8) fue de $329.826, y el ingreso de los deciles 9 y 10 fue de $855.881.