A partir de octubre el precio de las tarifas del gas caerá entre 3% y 6%, una medida que el Gobierno decide tomar para que tenga un impacto directo sobre la inflación.
Este movimiento se dará, sobre todo, porque bajará el costo del Gas en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST) -una de las variables que afecta al valor final, y ahora se verá reflejado.
Esta posibilidad circuló durante los últimos días, aunque lo que estaba en dudas era si el Gobierno decidía aprovechar para seguir recortando subsidios, o directamente aprovechar para lograr algún incentivo a la baja de la inflación.
Esto, según espera el oficialismo, además, daría menos argumentos en la suba de precios de algunos productos dependientes del gas, lo que también va en línea con esta búsqueda de control de precios.
En el mercado estimaban que la oficialización de esta resolución podría llegar hoy, pero ahora todo indica que será el lunes que viene, y allí quedará bien determinado de cuánto es la rebaja en las facturas finalmente.
La imposibilidad de determinar hoy una cifra exacta respecto de cuánto será la reducción es difícil ya que también se espera que el punto de Transporte y Distribución tenga un incremento, por lo que habrá que analizar de cuánto será la ecuación entre esta suba y la baja del PIST, para saber cómo impactará a los usuarios. De todos modos, se espera que vaya entre el 3% y el 5%.
Si bien todavía no hay nada definido en este sentido, se estima que, como ya ocurrió alguna vez con las tarifas de algunos servicios, desde Economía se intente también poner ciertos límites a, por ejemplo, el costo de la electricidad ni colectivos, al tiempo que se intentará también pisar el precio de las naftas.
Tal como ocurre con el caso del gas, esto tendrá un impacto obvio en lo que pagan los usuarios por esos servicios, pero también en los productos que tienen incluidos en sus precios finales los valores de otras mercaderías.
Se sabe, una de las principales metas del ministro Luis Caputo es llegar a fin de año con una inflación mensual que finalmente llegue al 3% -en agosto fue de 4,2%-, algo que busca hace dos meses pero que hasta ahora no viene logrando.
El efecto pobreza
Aunque desde el Gobierno no quieren asumir los 11 puntos que sumó la pobreza en el primer semestre de gestión libertaria, este tipo de movimientos está muy influenciado por intentar cambiar la visión de la gente, es decir por lograr una percepción de que «se hace algo» mientras salen datos como el de la pobreza, que ya superó el 52%.
Estrictamente en lo que tiene que ver con este segmento, cabe destacar que la canasta de servicios públicos compuesta por luz, gas, agua y transporte de un hogar promedio en el AMBA sin subsidios alcanzó en septiembre los $ 141.543, lo que implica una baja del 2% mensual, pero en este caso como consecuencia de una baja en el consumo energético, lo que no deja de ser un dato desalentador.
Sin embargo, esa familia requería $30.105 en diciembre para cubrir esos mismos gastos, un 370% más en solo nueve meses.