Andrés «Pillín» Bracamonte, junto a su ladero Daniel «Rana» Attardo, fueron ferozmente baleados a pocas cuadras de la cancha de Rosario Central.
Las calles de Rosario volvieron a quedar manchadas de sangre. La noticia del asesinato de Andrés «Pillín» Bracamonte, junto a su ladero Daniel «Rana» Attardo, el sábado por la noche a pocas cuadras del Gigante de Arroyito, conmocionó a Central, donde era el jefe de la barra brava, y a una ciudad entera que convive todos los días con hechos de violencia desmedida.
Más allá de los intentos por reanimarlo, nada se pudo hacer para evitar el fallecimiento del capo de Los Guerreros. Las autopsias revelaron que tanto él como su acompañante murieron a causa de cinco disparos. El informe, confeccionado en el Instituto Médico Legal, busca esclarecer el doble crimen que ocurrió en boulevard Avellaneda y Reconquista.
Según fuentes de la investigación, al menos tres personas habrían ejecutado el ataque. Incluso, en las últimas horas se viralizó un audio de WhatsApp en el que quedó capturado el momento en el que Bracamonte y Attardo fueron acribillados: en total se escucharon 15 tiros, diez de ellos impactaron en los cuerpos.
Los agresores se aproximaron a pie, abrieron fuego a corta distancia y huyeron rápidamente del lugar sospechosamente con muy poca luz sin ser identificados. La Fiscalía detalló que el hecho se produjo cuando “Pillín” y “Rana” transitaban en una camioneta Chevrolet S10 blanca, en dirección norte-sur, cerca de las 21.45.
Después de ser alcanzados por varios disparos, ambos fueron trasladados en vehículos particulares hasta el Hospital Centenario, donde el personal médico confirmó sus decesos debido a la gravedad de las heridas. Las autoridades no descartan que este crimen esté vinculado con ataques anteriores relacionados con las víctimas, especialmente considerando el ataque sufrido por Bracamonte en agosto, tras un clásico de Rosario, en el que fue tiroteado por la espalda en inmediaciones del parque Alem.
Este doble homicidio ocurre poco después de otro caso violento, cuando el 1 de octubre Samuel Medina, un joven de 25 años vinculado a la barra y a la banda narco Los Monos, fue asesinado a sangre fría de 16 disparos tras asistir a un encuentro en el Gigante de Arroyito.