La historia de una niña llena de ideales y con ganas de poder tener una familia que la ame. Una trama digna de ver con los niños
Anne Whit an E es una serie original de Netflix y CBC («Corporación Canadiense de Radiodifusión») presentada en tres temporadas: la primera de siete capítulos, la segunda de diez y la tercera también con esa cantidad de episodios) ¿Qué significa todo esto? Tener un espectador predispuesto a invertir muchas horas al frente de la pantalla, en el caso, que como decimos, “se enganche” y no la abandone (recordemos que cada capítulo tiene una duración de más de 40 minutos y el total es de 27)
Como dato fundamental, de esta producción, podemos decir que es una adaptación producida en 2017 del libro de Lucy Maud Montgomery titulado Anne of Green Gables publicado allá por el remoto tiempo de 1908.
Antes de brindarles algunos datos generales, sobre «Anne whit an E», les puedo decir, desde mi humilde opinión, que es un buen producto para pasar el tiempo. Tiene un buen guion, actuaciones a la altura de las circunstancias, un vestuario muy bien adaptado a la época como así también una ambientación de grandes inversiones y, un detalle, no menor en estos tiempos, es una serie familiar.
Como otra cuestión, no menos interesante, es que la historia contada nos remite a las clásicas narraciones rurales con personajes bien definidos y situaciones personales particulares que conflictúan a la protagonista (en este caso Anne es una huérfana y tiene una necesidad superlativa de poder encontrar esa familia que nunca tuvo). Es una niña de ideales bien definidos y, para una época machista (la historia está asentada allá a principios del siglo XX) una “activista” o fiel propulsora de la igualdad y los derechos de las mujeres como así también de los niños.
Los temas son demasiados atractivos para una época y un contexto conservador (ya mencionamos esta cuestión de la igualdad de género por la que “lucha” la protagonista), pero no menos importantes, en cuanto a las temáticas que se desarrollan en esta producción fílmica, son los asuntos sobre los derechos del niño, la crítica constante a un crianza muy estructurada y asentada, muchas veces, en el clasismo y lo genérico (las mujeres eran criadas para servir al hombre cual Ángela Vicario de Crónica de una muerte anunciada) Van saltando, con el transcurso de los episodios, también, otros temas bien importantes: discriminación, esclavitud, la familia, el amor, la educación tradicional y sus conflictos, el acceso vedado a la misma para los sectores menos pudientes, etc.
Quisiera dedicarle un párrafo aparte a una cuestión para nada menor en la serie: el paso de la niñez a la adolescencia. Se va planteando, en la misma, este suceso desde el punto de vista físico (los cambios que van experimentando las niñas a nivel corporal) pero también desde una crítica constante al mundo de los adultos que va cercenando la creatividad, libertad e individualidad de los niños (hay ejemplos constantes de estas cuestiones en la serie)
Sin dudas y, repensando la variedad de temas que florecen mientras nos vamos adentrando con más profundidad en la serie, “Anne with and E” es un producto interesante. Despliega de cuerpo entero una época, sus valores, intereses, etc. Con respecto a esto último, hay que poner un gran signo de interrogación a quiénes va dirigida la serie ya que, desde el plano literario, desde su época de publicación, fue leída por un público general y, posteriormente con el tiempo, encasillada dentro de la Literatura infantil. Desde el plano televisivo podemos ver que indudablemente está pensada para un público general, aunque a los niños habrá que “pintarles o graficarles” bien todo este asunto de los orfanatos, la vida en el campo, lo que hacía el hombre, el destino de la mujer de antes, etc.
Como dato curioso de “Anne with an E” podemos decir que existe una enorme movida mundial para que Netflix produzca y lance su cuarta temporada (más de un millón de firmas se han juntado con esta petición) Navegando por el mundo de internet se pueden recabar algunos detalles con respecto a todo esta cuestión: McNulty (la protagonista de Ana) escribió en Instagram una carta en forma de despedida para su personaje: “Anne me ha enseñado cómo ser valiente, cómo ser fuerte, cómo amar sin pedir disculpas y cómo abordar tantos obstáculos diferentes en la vida. Ella es mucho más que palabras sobre el papel. Ella realmente es parte de quien soy ahora, y la llevaré conmigo para siempre”. (dato relevante que marcaría el fin de esta producción); la serie no fue renovada para una cuarta temporada debido a que CBC quería priorizar los intereses de la industria nacional canadiense antes que “alimentar” el crecimiento de plataformas de servicio streaming como Netflix o Amazon.
Más allá de todo esta cuestión de si tendremos una nueva temporada o no de Anne…, si estás dispuesto a ver una serie familiar, de una época específica, invertir 1269 minutos que representan aproximadamente los 27 capítulos divididos en tres temporadas, leíste y te interesó todo lo que comenté acá, te invito a ver, si lo hacés en familia mucho mejor, una realmente interesante y placentera.
Por Javier Dávalos para Alegre Distopía, un programa de música, literatura y artes varias que imprime una mirada irónica y humorística a estos tiempos distópicos. Escuchalos todos los jueves de 17 a 19 horas por FM La Plaza 94.9