Este proyecto de cultura colectiva nace para cuestionar y debatir el trabajo en las artes visuales, planteando salarios acordes, espacios de contención y sobre todo, el reconocimiento de la sociedad como trabajadores de la cultura. Entre sus actividades también rifan sus obras a través de sus redes sociales.
El proyecto #SeRifa (Cultura Colectiva) está integrado por los artistas visuales Natacha Crespo, Carolina Grillo, Victoria Jaffe y Fernando Qüerio. Surge a partir del debate que se viene dando en el sector de las artes visuales en los últimos años, y cuyo recorrido se va tejiendo con la historia del arte misma y con las coordenadas de cada sociedad, en nuestro caso la salteña, que sigue viendo al artista como alguien perteneciente a una elite, o bien despojándolo de su carácter de trabajador de la cultura, con derechos como cualquier otro trabajador.
El lema de este proyecto colectivo es “A sistemas precarizados, lógicas colectivas”, y surge de manera lúdica, tomando el formato cotidiano y popular de una “rifa”, para poner en evidencia la precariedad en la que está inmersa el sector, a pesar de algunas respuestas por parte de Estado para paliar la crisis (que es anterior a la pandemia por el COVID 19), a las que consideran insuficientes y sólo funcionan de enmiendo para una realidad que merece una revisión más profunda.
Este grupo de artistas accionan a través de una propuesta lúdica que compromete al público a través de una rifa de sus propias obras, y a la vez usando ese recurso como proclama, por lo que invitan a la sociedad en su conjunto a brindar su apoyo, con la opción de ganar una obra de arte por un precio módico y a través de un sorteo que se llevará a cabo en el marco de las redes sociales. El número cuesta $200.- y puede comprarse siguiendo las instrucciones en las redes sociales del proyecto, o también comprando un número en efectivo contactando a los artistas en sus cuentas de Instagram: @natacha.crespo, @carolinagrillofotografa, @jaffevi y @fernandoquerio.
Sobre el lema y el proyecto cultural colectivo, los artistas expresan «El trabajador del arte, confluye con una lucha que se ha dado en diversas áreas: la del actor es una de las más consolidadas en este aspecto, ya que cuenta con un Instituto Nacional que lo legitima, y vela por el reconocimiento de los derechos de autor, salarios acordes a una escala que se actualiza según el índice económico del país, y aspectos esenciales como una jubilación, entre otros. Asimismo, el ámbito audiovisual cuenta con un Instituto Nacional y un sindicato, que reúne temas como el trabajo en blanco, prestaciones sociales y honorarios que se ajusten al aumento de la inflación. En el ámbito de las artes visuales esto no tenido un desarrollo sostenido, y las instituciones, museos y galerías se niegan a reconocer esa figura y pagar honorarios, como correspondería a cualquier trabajador de otras áreas.
Esta problemática se entronca en una larga tradición que tiene que ver con que la práctica artística ha sido tomada como pasatiempo en ciertas esferas acomodadas, o bien siguiendo una lógica donde el arte es visto como “terapia”, negándosele el estatuto de trabajo que se enlaza con una cadena productiva que va desde los que elaboran insumos, hasta museos, galeristas y organismos del Estado.«, manifiesta el colectivo cultural.