Entrevista de Alegre Distopía con Valeria Abusamra. Es Licenciada y Doctora en Lingüística por la Universidad de Buenos Aires y doctora honoris causa por la Universidad de Chubut. Investigadora del CONICET. Profesora regular de Psicolingüística en la Carrera de Letras de la UBA y docente de posgrado en distintas universidades del país y del exterior. Es coordinadora académica de la Maestría en Neuropsicología infantil de la Universidad de San Martín. Autora y coordinadora de cursos virtuales de formación docente en el INFoD, Ministerio de Educación de la Nación. Su investigación se focaliza especialmente en los procesos implicados en lectura, escritura y comprensión lectora y en las alteraciones de la comunicación verbal en distintas poblaciones de pacientes. Autora del Test y Programa Leer para Comprender para escuela primaria y secundaria (Paidós 2010, 2011 y 2014), de la serie Leo que te leo de Santillana (2018) y del libro Neurociencias y educación (Paidós 2016) por el cual ganó la mención de honor al mejor libro sobre educación del año y de Batería para la Evaluación de la Escritura, (Paidós 2020).
¿Creés que los chicos tienen problemas para comprender textos? ¿Cómo te llevás con esta frase hecha cuando se habla de educación?
Todo mi trabajo de hace 15 años está enfocado en eso: ¿qué es lo que está pasando? ¿Es verdad que los chicos no pueden comprender textos o es una frase hecha? Y lo que nos encontramos es que los chicos no son tan malos comprendedores como uno cree. Nos dimos cuenta de que debemos cambiar el foco del análisis, no echarles la culpa a los chicos, sino a preguntarnos como adultos al frente de cualquier nivel de escolaridad, ¿qué estamos haciendo para que nuestros alumnos no sean malos comprendedores?
¿Los alumnos no comprenden los textos literarios de la manera en que la escuela tradicional, con esas consignas rancias, pretende que comprendan?
La comprensión lectora es una actividad cultural que se debe enseñar, nadie nace sabiendo comprender un texto. Si como docentes no motivamos a partir de las actividades, no diseñamos consignas comprensibles y no enseñamos explícitamente a comprender textos; difícilmente ellos lo puedan lograr solos. Hay que explicitar los procesos de comprensión para que los chicos los aprendan. Decir de una forma simplista que los alumnos no comprenden textos, es algo bastante injusto y alejado de la realidad, y requiere de una reflexión de cómo enseñamos desde las instituciones educativas a comprenderlos.
En relación a la coyuntura distópica que estamos viviendo, ¿pensás que la virtualidad tendrá un impacto en el desarrollo de la habilidad de la lectoescritura?
Yo no lo voy a atribuir sólo a esta situación de pandemia, imaginate que esta situación es tan compleja e intervienen tantos factores que van más allá de lo relacionado meramente con el aprendizaje y que son mucho más importantes: la angustia y el dolor por la pérdida de seres queridos, las condiciones en que cada familia pueda desarrollar su vida en estos meses, la falta de oportunidades, los chicos que no comen, la gente que tiene internet y la gente que no, los que tienen computadoras y lo que no. No estoy de acuerdo a hacer un análisis sólo desde la pandemia, pero estoy convencida que las tecnologías van a tener un impacto en las formas en que se lee y en las que se escribe. Cambiaron los paradigmas del procesamiento de la información. Tradicionalmente el lector construye significado a partir de un proceso activo y recíproco en el que el texto te brinda información nueva y el lector aporta su experiencia de vida para procesarla. Cuando uno se mete en internet o hace una búsqueda, emprende un camino muy difícil de sostener, de idas y vueltas, en el que tienes que decidir continuamente si el hipervínculo que seguiste te llevará a la información que vos necesitabas. Esto no es nada sencillo. La lectura en internet demanda otras habilidades, como las llamadas “funciones ejecutivas” que son las que nos permiten decidir hacia dónde ir. El lector de internet continuamente decide, jerarquiza la información y evalúa lo que lee.
En ese sentido tu serie de “leer para Comprender”, de Ed. Paidós y “Leo que te leo”, de Ed. Santillana abordan estos temas.
Sí, realmente esos fueron mis primeros amores. Tengo un gran equipo de investigación y la idea fue darles recursos a los docentes para evaluar la comprensión lectora y mejorarla a partir de ese diagnóstico. También se brindan actividades que no parten sólo de lo textual, sino de otros formatos como videos o imágenes, para que los alumnos sean conscientes de los mecanismos que se ponen en funcionamiento en la comprensión de textos. Además, procuramos que la selección del material sea motivadora para ellos. Nuestra mirada es psicolingüística, estudiamos esos procesos mentales implicados en la comprensión lectora.
¿La docencia argentina está preparada para enseñar a comprender textos?
Es una pregunta que debemos hacernos. Yo valoro el trabajo docente de una manera muy particular, es un trabajo increíble que no es valorado como debería ser, y más con todo lo que se está haciendo en pandemia. Pero más allá de eso pienso que falta poner el foco en la enseñanza de una habilidad tan compleja como es la comprensión de textos. No es por una cuestión de mala voluntad, creo que hay que replantear algunas cosas. Más allá de que la materia psicolingüística esté dando vuelta en los planes de estudios de la formación docente, nadie tiene bien en claro aún cómo se hace para enseñar a comprender un texto. Hay que hacer un trabajo más concreto en la formación docente en función de cómo hacemos para comprender textos. Y entender, también, que no es sólo responsabilidad del profesor de lengua, sino que debe ser un contenido transversal que aborden todas las asignaturas. La comprensión lectora no sirve solamente para que los estudiantes transiten con fluidez su escolaridad, sino que hace fundamentalmente a ciudadanos críticos, que puedan cumplir con su deber cívico, que se puedan desarrollar en sociedad.
En la virtualidad se escribe cada vez menos a mano, ¿creés que eso repercute negativamente en algunos procesos cognitivos que se activan mientras escribimos en forma manual?
Yo te voy a hablar sobre la base de investigaciones. Está comprobado que las habilidades grafomotoras, es decir, escribir a mano, te lleva al desarrollo de otras habilidades que tienen que ver con la lectoescritura fluida. Hacer el movimiento manual facilita el desarrollo posterior de la lectoescritura, pero además, los procesos grafomotores transmiten lo que estás pensando, lo que querés expresar. Con la virtualidad se pierde en parte este proceso manual de la escritura. Es importante seguir desarrollando la escritura manuscrita.
¿Pensás que los chicos del secundario no están preparados para ingresar a la universidad porque no comprenden textos, como dicen desde los medios de comunicación?
Yo doy clases en la U.B.A. y el porcentaje de chicos que aprueba el C.B.C (ciclo básico común) es muy bajo. El problema está en la articulación de los niveles secundario y universitario. En la escuela secundaria los manuales presentan textos procesados, donde están marcados los paratextos (títulos, subtítulos, epígrafes) para facilitar la comprensión y se señala la información más importante de cada texto. De eso, los chicos pasan por ejemplo, a leer Lacan en su versión original, es decir, a textos muchísimo más complejos y extensos, y no tienen las herramientas para procesarlos. Eso frustra a los estudiantes.
Te invitamos a escuchar la entrevista completa en este podcast
Por Lucas Bertone para Alegre Distopía, un programa de música, literatura y artes varias que imprime una mirada irónica y humorística a estos tiempos distópicos. Escuchalos todos los jueves de 17 a 19 horas por FM La Plaza 94.9