El contexto macroeconómico y la especulación de los grandes formadores de precios en la construcción, atentan contra el envión del sector en los últimos meses. La falta de acceso al dólar y la depreciación del peso generó inversión en ladrillos para proteger ahorros.
En un contexto de fluctuación monetaria y vaivenes en la economía, los pequeños jugadores del mercado son los que más sufren por la incertidumbre generada por movimientos en la macroeconomía y por la especulación de los formadores de precios. En este caso, en el área de la construcción los corralones están en la parte más desprotegida del circuito, junto con los consumidores.
En contacto con El Influencer, el propietario de un corralón de la zona sur de la ciudad de Salta manifestó sobre la rutina de todos los días: «Antes de abrir comienzo a chequear precios porque en una semana pueden llegar a modificarse tres veces», señaló.
Además dijo que están desprotegidos ante la especulación de las grandes compañías siderúrgicas que son las que manejan los precios. «Es más, cuando saben que habrá aumento no quieren vender», señaló, indicando que esta situación se traslada a fabricantes de ladrillos, ladrillones, cementos y todo producto que sea esencial para la construcción.
«Muchas veces las personas se enojan porque no queremos vender, pero me pasó que entre una tarde y la mañana, cambiaron los precios y tuve varias ventas a pérdidas, o en el mejor de los casos, solo cubrimos los costos», sostuvo.