Hoy nos abre las puertas de su casa una soñadora, una joven Artista decidida a cumplir todos sus sueños sin olvidar sus raíces, su lucha, sus sacrificios, cumpliendo cada etapa de su vida con pasos firmes y seguros. En esta oportunidad charlamos con Kmila Reynoso.
El Influencer: ¿Sos nacida en Orán?
Kmila Reynoso: Si soy del interior, nacida en San Ramón de la Nueva Orán, a 280 km de Salta Capital, hice toda la primaria y secundaria en Orán. Recién a los 18 años, cuando tenía que empezar la facultad me vine a estudiar a Salta Capital.
EI: ¿Contanos los recuerdos que tenés de tus compañeros de colegio?
KR: Cursé la primaria y la secundaria en la escuela San Antonio de Padua. Desde chiquita el primer público infaltable que tenía era mi familia y mis compañeros, ellos se aprendían todas las letras de mis primeras canciones, o cuando tenía que ir a tocar en un pub o en algún festival en la plaza de Orán, siempre estaban ahí haciéndome el aguante. Después, cuando terminamos el colegio la mayoría se fueron a estudiar a distintas provincias y por supuesto empezamos a vernos mucho menos.
EI: ¿Es verdad que no ibas a ir a Bariloche porque tenías que cantar?
KR: Si es así, yo no iba a viajar porque tenía un festival que para mi era muy importante, iba a ser la primera vez que coincidía con Abel Pintos, yo lo seguía mucho, era un referente para mi y poder encontrarme en ese festival me tiraba más que el viaje de egresados y estuve hasta una semana antes del viaje sin saber qué iba a hacer hasta que mis papás y mis compañeras me convencieron. Los padres de mi mejor amigo que nos conocemos de pre jardín también trataron de convencerme y al final viajé. Coincidieron con nosotros un colegio de Embarcación, una ciudad que está a 43 km de Orán y un colegio de la provincia de San Juan. Fue un viaje inolvidable para todos nosotros.
EI: ¿Empezaste muy chica a componer?
KR: Claro, a los 14 años empecé a componer mis primeros temas, recuerdo que cuando hice mi primer canción no sabía si lo que había hecho estaba bien o mal, me encontraba rara, hasta tenía miedo de mostrar y decir ¨mirá lo que hice ¨, obvio que a los primeros que le mostré fueron a mis papás, mis hermanos que son músicos, y recibí de todos comentarios súper hermosos, con un apoyo siempre a full. Luego me animé a mostrarla en el colegio, a mi curso y la reacción de mis compañeros fue algo inolvidable, se pusieron a hacer una ¨vaca¨ juntando monedas para imprimir mi canción escrita a mano y repartirlas por el curso para que todos sepan la letra y poder cantarla.
EI: ¿Cómo fue la historia que los alumnos más chicos que vos cantaron una canción tuya?
KR: Yo estaba en 5to año del cole, y vino el profesor de música del colegio, que era mi profesor y me dice que vaya al curso de los chicos de 1er año, me acerqué a la clase de canto y me sorprendí porque todo el curso estaba cantando una canción mía que se llama ¨ Un amigo verdadero ¨, él estaba dirigiendo y armonizando las voces de esa canción. Sin dudas un recuerdo imborrable para mi.
EI: ¿Por qué te dedicaste a la música, vos fuiste pionera en la familia?
KR: En realidad en canto y en instrumento si, mis padres amantes de la música y se escuchaba música todo el día en casa, mi papá le gusta mucho el arte, desde siempre escribió poesías, a los 18 años sacó su primer libro con todos poemas de su autoría, integró muchas comisiones de cultura y desde muy chicos a nosotros nos llevaba a todos esos lugares donde se respiraba arte y eso nos fue transmitiendo y por supuesto nos fue quedando. La primera vez que subimos a un escenario, en la localidad de Cerrillos, no fue a cantar sino a recitar. Cuando éramos pequeños no aprendíamos canciones, aprendíamos poesías. Recién a los 8 años empecé a cantar al lado de una radio, pisando un poco las canciones y eso llamó la atención a mi familia hasta que mi tía Gladys me regala una guitarra. Nunca me imaginaba tocar un instrumento, para mi fue una gran sorpresa, aprendí a tocarla y de ahí en adelante mis hermanos empezaron a seguirme y a tocar guitarra, piano, teclados, percusión, batería.
EI: ¿Cómo es eso que aprovechabas los días de feria de verduras para cantar en tu casa?
KR: En la esquina de mi casa había una feria grande, muy conocida en Orán, y los días de feria mucha gente pasaba a comprar frutas y verduras y mi casa era un paso obligado, entonces yo abría el garaje y cantaba con mi guitarra y de esa manera me estaba haciendo conocida en mi ciudad. Son cosas que hacía de chica porque sentía que amaba cantar.
EI: ¿A los 14 años sacaste tu primer disco?
KR: Si, «Aprendiendo a Crecer» se llama, un disco que grabé en Orán, yo le puse la guitarra a todo el disco y un amigo que era DJ hizo unos arreglos y le agregó algunos teclados. Todos son temas míos menos uno, que es letra de mi hermana Conti y música mía, «El Camino de los Sueños», fue el primer tema que compuse la música con la letra ya escrita, yo siempre tenía la metodología de componer la música y la letra al mismo tiempo, hoy con más experiencia ya puedo componer primero o escribir primero pero en ese disco todos mis temas los escribí letra y música simultáneamente. El camino… lo compuse una noche de navidad en Jujuy, en la casa de mis abuelos y antes del brindis estuvimos con mi hermana encerrada en una habitación con las luces apagadas y así salió la música de ese hermoso tema escrito por mi hermana.
EI: ¿Formaron un grupo folclórico con tus hermanas?
KR: Así es «Los Luceritos de Orán», recorrimos toda la provincia de Salta, con un repertorio netamente folclórico, tres mujeres vestidas con poncho salteño y sombrero, dos guitarras y un bombo. Yo tenía 10 años, mi hermana que me sigue 8 y la más pequeña 5 años (el bombo era mucho más grande que ella ) y era toda una novedad ver a 3 niñas de esa edad cantando folclore.
EI: Cuando ya transitás el camino del profesionalismo, ¿Qué consideras antes de elegir el reportorio?
KR: El lugar donde vas a cantar, qué publico va a estar presente, en base a muchos factores yo voy armando mi repertorio, con temas de autores y compositores que admiro y por supuesto con temas propios. Es un trabajo constante donde hay que pensar absolutamente todo y no dejar nada al azar.
EI: ¿En el 2013 recién sacas tu segundo disco?
KR: En setiembre del 2013 sale «Mandrágora», con una pre producción de 2 años aproximadamente, mucho trabajo la verdad, decidí grabar 6 canciones mías y 6 populares pensando siempre en la intención de poder cantar en festivales y creía que de esa manera tenía con ese disco una buena carta de presentación, mostraba todo lo que podía brindar. Así fue que sumé a mis temas zambas, chacareras y huayno. Lo grabé en el estudio «El Cerro» de Salta Capital, con músicos sesionistas, aprendí muchísimo grabando ese disco. Fue un proceso muy largo, «maqueteando» todos los temas, era algo nuevo que recién estaba experimentando. Llevó mucho tiempo, pero valió la pena, quede muy satisfecha con el resultado y la repercusión que tuvo fue increíble, hasta el día de hoy sigue sonando y eso para mi es algo muy lindo, un objetivo cumplido.
EI: ¿Por qué estuviste tanto tiempo sin sacar un disco?
KR: A pesar que salieron canciones nuevas, siempre la parte económica fue importante para no poder sacar un disco nuevo como lo imaginaba y con la producción que deseaba. Los costos para una producción independiente son muy altos y se me hacía año a año imposible. Yo creo que la gente necesita escuchar temas nuevos de los artistas es por eso que en el 2021 estoy decidida a sacar material nuevo, con canciones que ya tengo armadas más algunas que salgan en este tiempo.
EI: De aquel garaje de tu casa, donde cantabas para los vecinos, ¿En qué escenario dijiste «sueño cumplido»?
KR: Cosquín sin ninguna duda. Yo tenía 10 años y junto a mi familia cenando en Orán, lo veíamos por televisión y me preguntaba siempre cómo sería estar ahí con ese público y 8 años después fui con mi guitarra, acompañada por mi mamá y mi hermana. En realidad, no fue algo planeado, en Salta tuve la suerte de poder ir a la casa del maestro Daniel Toro, pude cantar delante de él, le gusto y al tiempo me llama su hija y me comenta que su hermano Claudio iba a tener una peña en Cosquín y su padre Daniel le sugirió que yo esté presente en esa peña como artista estable. Así fue que viajé, me fue muy bien y terminé cantando como en 30 peñas, también como artista callejera hasta que la Delegación de Salta actuaba en el escenario Atahualpa Yupanqui y sabiendo que estaba en Cosquín me invitó a cantar el día de la presentación. Recuerdo que en la prueba de sonido, aproximadamente a las 16 horas, la plaza vacía por supuesto, me temblaban las piernas, no podía creer que estaba ahí y recordé cuando miraba el lugar por televisión y me dije muchas veces «estoy acá».
EI: ¿Nos contaste que fuiste fans de Abel Pintos, pudiste compartir escenario con él?
KR: El «Chino» Villareal, periodista salteño, sabía que yo era fanática de Abel y había conseguido una nota porque venía a presentar un disco al Teatro Provincial de Salta y tenía pensado recorrer algunos medios y entre esos estaba la radio del chino; me invitó, yo en ese momento estaba en el colegio en Orán, dejé todo y le pedí a mis padres que me lleven a Salta. Me fui al hotel donde estaba Abel atendiendo a los medios: La espera fue muy dura, la ansiedad y los nervios me jugaron mal, me descompuse, se me bajó la presión, por suerte cuando me llamaron pude estar bien, lo conocí, le mostré una canción de él interpretada por mi, mi padre filmando ese momento increíble, fue muy generoso. Luego nos cruzamos varias veces en distintos escenarios y en uno de esos cruces pude entregarle mi disco «Mandrágora», un recuerdo, un regalo de esta profesión.
EI: ¿Es verdad que empezaste a cantar por Los Nocheros?
KR: Si así es, yo era muy chiquita y en mi casa se escuchaba mucho la radio y pasaban todo el día a Los Nocheros y a la Sole, entonces yo me aprendía todos los temas de Los Nocheros y los cantaba siempre. Con mis hermanas sabíamos todo el repertorio y mis papás se reían porque éramos muy chicas y cantábamos «Roja boca», o «Voy a comerte el corazón…» y la verdad que no sabíamos lo que cantábamos pero nos aprendimos todas sus letras. La primera vez que subimos a un escenario fue en «La Panadería» un pub que era de Mario Teruel y ese día cantamos «Del gris al azul» de Los Nocheros. Años más tarde, me invitan para hacer una gira con ellos en Bolivia. Viajar juntos, que a la mañana Mario me ofrezca un café o Rubén medialunas, esa humildad que los caracteriza y por eso son tan grandes. En esa gira toqué en dos estadios llenos que la gente había comprado la entrada para verlos a ellos y para mi era un desafío importante, tocar antes que suban ellos, todo lo que eso implica y creo que lo hice con todo el profesionalismo y también haciendo honor a la invitación de estos genios.
Te invitamos a escuchar la entrevista completa en este podcast en Spotify
Y no dejes de ver este divertidísimo ping pong que hicimos para terminar con la entrevista
Fue muy lindo charlar con esta joven artista, con un recorrido en el canto casi desde la cuna, con mucha experiencia. Kmila Reynoso conoce y entiende como forjar su futuro, porque sabe que los sueños con trabajo y dedicación ella puede cumplirlos.
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