Tras el rechazo a la recusación al juez Bava, la defensa de Mauricio Macri pidió autorización para salir del país. Recibió una invitación «personal» del Príncipe de Arabia Saudita.
La defensa de Mauricio Macri pidió autorización para que pueda salir del país, ya que recibió una invitación «personal» del Príncipe de Arabia Saudita para una visita del 15 al 25 de noviembre. La querella mayoritaria en la causa por el espionaje ilegal a los familiares de las víctimas del ARA San Juan, representada por Valeria Carreras, se opuso a que se lo autorice.
El juez federal interino de Dolores, Martín Bava, rechazó este mediodía la segunda recusación que le presentó la defensa del expresidente Mauricio Macri en la causa en la que se investiga el supuesto espionaje ilegal contra los familiares de los tripulantes del Ara San Juan, informaron fuentes judiciales.
«No ha habido ni hay animosidad alguna en contra del imputado Mauricio Macri. Sólo se ha producido la prueba requerida por las partes», sostuvo el magistrado en la resolución con la que rechazó «in límine» el nuevo intento de apartamiento formulado por el expresidente.
A lo largo de 16 páginas a las que tuvo acceso Télam, el juez Bava volvió a explicar que no se encuentra comprendido en ninguna de las causales de recusación y, además, aclaró que si citó a Macri a indagatoria sin antes solicitar que le levantaran el deber de confidencialidad es porque, a su criterio, no era necesario, en relación a la audiencia suspendida el jueves pasado en los tribunales de Dolores.
«Sobre la cuestión traída en este incidente y respecto la necesidad del relevamiento del secreto al exPresidente, vale resaltar que del propio decreto dictado por el actual titular del Poder Ejecutivo surge, conforme el criterio que era sostenido por el suscripto que, al investigarse la comisión de delitos de inteligencia prohibidos por la ley y no actividades que hagan a la seguridad interior y/o defensa nacional, no resultaba necesario el relevamiento en cuestión», escribió el juez Bava.
«Por los demás planteos de la defensa vinculados al citado decreto –continuó-, entiendo que hacen a cuestiones ajenas a este proceso judicial y por tal motivo considero que no deben ser valoradas respecto la actuación del suscripto».
Hacia el final de la resolución, el juez sostuvo que «del escrito presentado por la defensa del Dr. Lanusse no se desprenden razones sensatas para considerar un temor de parcialidad por parte del suscripto» y remarcó que «nunca las discrepancias con las decisiones de un magistrado a cargo de una investigación, propias de las reglas y el sentido de un proceso penal, pueden conllevar a su apartamiento, so riesgo de afectar seriamente el buen funcionamiento del servicio de justicia y la garantía del juez natural».
Al explicar por qué no hay elementos para promover su recusación, el juez Bava reiteró lo que había dicho en el primer planteo similar por parte de la defensa de Macri: «No tengo amistad, enemistad ni prejuicio de ningún tipo, objetivo ni subjetivo con los imputados ni con las partes querellantes. Tampoco los tengo con relación al objeto que es materia de estudio. Mucho menos, como alude el inciso en el que funda su pretensión el defensor, manifesté opinión extrajudicialmente sobre el proceso a persona alguna o actué con animosidad».
«No he formulado recomendaciones a favor ni en contra de ninguna de las partes y no tengo otro interés en el proceso que no sea el de cumplir acabadamente el deber constitucional de afianzar la justicia, conforme las previsiones del Preámbulo de la Constitución Nacional, y cumplir con las obligaciones legales que, en mi condición de Juez Federal, me impone la Carta Magna respetando las garantías constitucionales de todas las partes del proceso», completó.
«No puedo dejar de insistir en que la pretensión de apartar a un juez de una investigación es una medida procesal excepcional, acto de extrema gravedad que afecta intereses singulares como generales en un proceso. Así, el carácter restrictivo de su procedencia tiene que ver con asegurar la garantía del juez natural, que no sólo protege a las personas involucradas en un caso de ser juzgadas por un magistrado imparcial, sino también preserva el buen funcionamiento del servicio de justicia», remarcó el juez.
Al intentar por segunda vez el apartamiento del juez, la defensa del exmandatario sostuvo que el «temor fundado de «parcialidad», la falta de «independencia» y el «prejuzgamiento» podrían evidenciarse en lo que ocurrió el 28 de octubre pasado, durante la indagatoria a la que asistieron en Dolores y que debió suspenderse porque Macri no había sido relevado del deber de confidencialidad.
En su respuesta, el juez Bava dejó en claro que lo que ocurrió allí fue una diferencia de criterios y que la audiencia finalmente se suspendió para poder llevar a cabo una medida solicitada por la propia defensa del expresidente, como fue la de requerirle a la Casa Rosada que le levantaran el secreto.
Se espera ahora que la defensa de Macri apele el rechazo de la recusación ante la Cámara Federal de Mar del Plata que la semana pasada rechazó un primer intento de Macri por apartar a Bava de la investigación.
Mauricio Macri está citado a indagatoria para el miércoles próximo de manera presencial en Dolores para ejercer su derecho a defensa en torno a seis acusaciones concretas de hechos de espionaje ilegal a familiares de víctimas del hundimiento del submarino en Mar del Plata.
El ex presidente está imputado por maniobras de espionaje porque, como presidente, era el responsable de fijar los lineamientos estratégicos y objetivos generales de la política de Inteligencia Nacional, según la ley de inteligencia, se sostuvo al convocarlo a indagatoria.
En la causa abierta a raíz de una denuncia de la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia Cristina Caamaño están acusados además los exresponsables de la AFI en el macrismo Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, entre otros.