Con tantos de Lautaro Martínez, Ángel Di María y Paulo Dybala, el campeón de América se impuso por 3 a 0 en Londres y sumó una nueva estrella.
A meses del Mundial de Qatar, Argentina e Italia animaron un duelo cargado de historia en la Catedral del Fútbol. La Finalissima dirimió el título entre los campeones de América y Europa. Y el trofeo se tiñó de celeste y blanco.
Durante los primeros movimientos se vio una actitud agresiva del combinado albiceleste. Las proyecciones de Nicolás Tagliafico y Nicolás Molina por las bandas, junto con los envíos de Rodrigo De Paul y la velocidad de Ángel Di María representaron los argumentos más firmes de La Scaloneta para ponerse en ventaja desde un principio.
Las réplicas del elenco liderado por Roberto Mancini llegaron a través de las maniobras individuales de Jorginho, quien encaró en más de una ocasión hasta asistir a los delanteros. Y en la primera que se pudo hacer un espacio, Giacomo Raspadori buscó el palo más lejano de Emiliano Martínez; pero el Dibu demostró la solidez que lo caracteriza.
Otra situación que tuvo el tetracampeón del mundo para abrir el marcador llegó mediante una sorpresiva aparición de Federico Bernardeschi a las espaldas de Tagliafico. Por el sector derecho, el atacante de la Juventus envió un punzante buscapié que salvó a tiempo el Cuti Romero. Y unos instantes más tarde Andrea Belotti ganó en el área argentina y con un cabezazo volvió a exigir al arquero del Aston Villa. De a poco Italia se fue adueñando del choque. Y la potencia de Emerson por la banda izquierda también despertaba preocupaciones en el equipo de Scaloni.
Pero el combinado sudamericano tenía al mejor del planeta. Y Leo improvisó una gran acción para sacarse de encima a Giovanni Di Lorenzo y abastecer a Lautaro Martínez, quien de primera tocó para festejar el 1 a 0. La salida rápida de Lo Celso, el movimiento de Messi y el oportunismo del Toro fueron las claves para que la Argentina celebre el esperado tanto.
Antes del descanso La Scaloneta volvió a golpear gracias al andamiaje excluyente de su tridente ofensivo. La Pulga se asoció con Lautaro Martínez, el ex Racing aguantó y habilitó a Di María con un pase milimétrico; y el Fideo facturó con una exquisita definición por encima de la integridad de Donnarumma. Golazo y 2 a 0.
En el complemento Argentina justificó el resultado con una gran producción del ex Rosario Central.
En un deporte en el que muchas veces la justicia no se relaciona con lo sucedido en la cancha, fue Paulo Dybala el encargado de transformar el triunfo en goleada y sellar el 3 a 0 para que La Scaloneta se quede con un nuevo título.