El elenco nacional cayó por 2-1 y no pudo defender el título logrado hace cinco años en Colombia.
La selección argentina dio pelea hasta el cierre, pero no alcanzó. A pesar del enorme esfuerzo hecho por los jugadores albicelestes, el conjunto nacional cayó por 2-1 ante Portugal en la final del Mundial de futsal que se disputó en Lituania y no pudo revalidar el título que había conseguido en la edición de 2016. Este es la primera consagración en una Copa del Mundo para el combinado europeo.
Portugal se mostró más agresivo en los primeros instantes del juego que se disputó en el Zalgiris Arena de la ciudad de Kaunas. Sin embargo, con el correr de los minutos Argentina logró encontrar los espacios para adelantarse y comenzar a generar peligro.
La jugada que iba a cambiar el rumbo de la etapa se iba a dar a falta de 7.22 para el cierre. Cristian Borruto le pegó un golpe en el estómago a Ricardinho y el portugués quedó tirado en el suelo emitiendo alaridos de dolor. Las autoridades revisaron la jugada a través de la asistencia de video y decidieron la expulsión para el argentino. Así, el conjunto albiceleste quedó con un hombre menos por dos minutos.
Con ventaja numérica, los europeos se fueron en busca de la apertura del marcador. Ricardinho tuvo su chance, pero la pelota pegó en el palo. Más tarde, Portugal quebró el cero: Pany enganchó para dejar en el camino a dos rivales y se hizo el espacio para sacar un latigazo que se convirtió en el 1-0.
La selección argentina salió a jugar el segundo tiempo decidida a lograr la igualdad. Tenía el control de la pelota, con la intención de cuidarse de las intercepción y las transiciones veloces del rival. Pero la intensidad se fue diluyendo y Portugal pudo emparejar las acciones hasta que, a los 8 minutos, hizo los méritos suficientes para llegar al segundo gol. Otra vez Pany, en esta ocasión con una impecable volea a la salida de un córner, fue el que puso a su equipo un paso más cerca de la consagración.
Sin embargo, Argentina no se rindió y en la jugada siguiente consiguió el descuento. Lejos de caerse por la segunda conquista, Ángel Claudino encabezó la avanzada con una estupenda acción individual y sacó un tremendo remate desde lejos para decretar el 2-1. Ese gol fue el aliciente emocional para ir por más.