La exintendente de Salta habló sobre el escándalo por el allanamiento a uno de sus funcionarios donde se hallaron miles de bienes sociales que debían entregarse a personas vulnerables.
La exjefa comunal rompió el silencio en la radio propiedad de su familia y aseguró que pone la cara porque encabezó una gestión “transparente, legal y responsable”.
Sin embargo, reconoció que el retiro de bienes con fines sociales que estaban en galpones de la Municipalidad y que fueron encontrados en la casa de su primo y expresidente de la Panadería Social, Emilio Fayón, tras un operativo de la Fiscalía de Delitos Económicos Complejos “fue bochornoso pero un hecho aislado”.
“Es un hecho cometido por un señor que trabaja desde hace muchos años con nosotros y nuestro espacio político. Tiene una trayectoria en la Cooperadora, trabajó con el diputado Pablo Outes pero no tengo más que condenar lo que pasó”, dijo Bettina Romero.
Notoriamente ofuscada, reconoció que quiere «salvar a una gestión que fue intachable». «Por un hecho aislado, no puede manchar nuestra gestión. Fuimos transparentes, todos los funcionarios que nos acompañaron pueden dar fue de nuestra responsabilidad, transparencia, y legalidad», dijo Bettina aunque remarcó que «fue un hecho aislado».
Aseguró que no hace clientelismo pero que pone la cara «porque es un hecho condenable. Esto no se hace» y remarcó que «no puede poner las manos en el fuego por nadie pero que confió» en el actual imputado por delito de peculado, Emilio Fayon.
«En cuatro años, nadie puede decir que en materia social hemos cometido algún tipo de manejo como la que se vio. Fue un hecho aislado. Tendrá que hacerse cargo él de sus acciones», subrayó Bettina y redobló la apuesta: «mi padre fue 12 años gobernador y se fue sin ningún escándalo».
Por último, dijo que se busca montar un «circo mediático para llegar a Juan Carlos Romero, aunque no tuvo nada que ver con la gestión municipal».