El candidato demócrata estaba a un paso de convertirse en presidente electo con los últimos resultados, pero el actual mandatario estadounidense denunció fraude y recurrió a la Justicia para que se detenga el recuento de los votos en algunos de los estados.
Horas antes, en la madrugada, y cuando los resultados aún no eran claros, Trump se apresuró a denunciar fraude a favor de Biden y dijo estar listo a pedir a la Corte Suprema que resolviera las disputas sobre el escrutinio.
«Este es un fraude (…) Queremos que la votación se detenga», dijo desde la Casa Blanca, luego de que millones de personas se volcaran ayer las urnas para una elección histórica con la mayor participación desde que las mujeres lograron el derecho al voto, en 1920: un 66,8%, o 160 millones de electores, según la web Elections Project.
Más tarde, cuando ya estaba claro que la Presidencia dependía de un puñado de estados donde aún se contaban los votos, su equipo de campaña impugnó el escrutinio ante la Justicia en Michigan y Pensilvania y pidió un recuento de votos en Wisconsin.
Las demandas exigen que se detenga el recuento en esos dos estados hasta que se dé «mejor» acceso a fiscales republicanos a los lugares donde se procesan y cuentan los votos, dijo Justin Clark, el subdirector de la campaña de Trump.