El local se impuso 1 a 0 en Guayaquil con gol de Garcés a los 15 del segundo tiempo. Fue la primera derrota del Xeneize en la Copa.
Boca Juniors cayó ante Barcelona, que ahora lidera con puntaje ideal el Grupo C de la Copa Libertadores al cabo de tres fechas, por 1 a 0 en Guayaquil, luego de un accidentado periplo por tierras ecuatorianas en las que debe dejar al arquero Esteban Andrada, aislado tras haber contraído coronavirus.
El rival de Boca fue un equipo plagado de argentinos, empezando por su entrenador, Fabián Bustos, y siguiendo por el arquero Javier Burrai (ex Guillermo Brown, de Puerto Madryn), Michael Hoyos (ex Estudiantes de La Plata), Damián Díaz (ex Rosario Central y justamente Boca), Leandro Martínez (ex Chacarita Juniors), Matías Oyola (ex River Plate e Independiente) y Sergio López (ex-Temperley).
Esto quizá haya contribuido para conocerle los puntos flacos al equipo conducido por Miguel, Ángel Russo, que vivió unas convulsionadas horas previas por el PCR positivo con el que llegó a Guayaquil el arquero Esteban Andrada y que lo obligó a permanecer confinado al margen de la delegación y sin conocer a ciencia cierta cuando retornará a la Argentina.
Boca, que había empezado a encontrar una línea de juego con la incorporación a la mitad de la cancha de los jóvenes volantes Alan Varela, Cristian Medina y Agustín Almendra, perdió esa incipiente identidad ante la ausencia de estos dos últimos.
Y aunque Varela sacó la cara en ese sector de la cancha durante el primer tiempo, cuando se cansó promediando la segunda etapa y con una tarjeta amarilla en su haber decidió a Russo a reemplazarlo, Boca definitivamente se desarticuló.
Medina fue el que relevó a Varela a los 12 minutos del complemento, y apenas cinco más tarde Barcelona llegó al gol aprovechando una descoordinación en esa zona central por intermedio de Carlos Garcés, que así llegó a su tercera conquista en esta Copa.
Hasta entonces el equipo auriazul había oficiado más de «controlador» de las intenciones ofensivas de su rival que de ejercer el protagonismo del partido en este cruce de punteros del Grupo C que por diferencia de gol encabezaban los ecuatorianos y ahora también lo hacen con tres unidades de ventaja, al sumar tres victorias en la misma cantidad de presentaciones.
Lo de Boca fue de tibio a frío, conforme le fue bajando la temperatura futbolística de un tiempo a otro.
Pero después del gol de Garcés ya Boca no se pudo despertar más de esa anestesia que le había aplicado al partido desde el comienzo, y salvo un arrebato de fervor de Julio Buffarini que inquietó a Burrai, lo concreto fue que el «xeneize» nunca estuvo cerca del empate, ni aun cuando Russo dispuso el ingreso de Carlos Tevez junto a Gonzalo Maroni para tratar de insuflarle el fútbol del que por naturaleza carece este equipo.