Comenzó el juicio contra Marcos Lautaro Teruel por abusos sexuales y declaró la madre de una de las víctimas. Contó que el joven la encerraba en el baño, la obligaba a practicar sexo oral y que le decía que era un juego.
Durante la primera jornada se llevó a cabo la lectura de la requisitoria fiscal de elevación a juicio. Seguidamente, el tribunal resolvió una serie de planteos presentados por las defensas de los tres imputados durante las cuestiones preliminares.
Tras deliberar, los jueces resolvieron rechazar el planteo de las defensas de Rodríguez y Farfán, quienes habían solicitado la separación de causas. También el planteo de la defensa de Teruel sobre la nulidad de audios incorporados durante la etapa de investigación. El tribunal consideró que se trata de una cuestión reeditada y ya resuelta por Impugnación, sin que esa resolución haya sido recurrida por la defensa en su momento.
En cuanto a un planteo subsidiario de la defensa de Teruel sobre la minoría de edad del acusado al momento de los hechos, los jueces también sostuvieron que fue resuelto por el Juzgado de Garantías y específicamente por Impugnación, en julio del año pasado. Sin perjuicio de ello, manifestaron que tendrá en cuenta lo que vaya surgiendo a partir de las pruebas en el transcurso del debate.
Se dejó asentada la reserva de los recursos planteada por las defensas técnicas de los imputados.
Finalizadas las cuestiones preliminares, se le consultó a Teruel si quería declarar y se abstuvo. Farfán y Rodríguez anticiparon que lo harán el viernes, cuando comience a ventilarse la denuncia que los involucra.
La requisitoria dio inicio con la lectura de la denuncia presentada contra Marcos Lautaro Teruel por la madre de I. J. A., víctima menor de edad al momento de los hechos. La mujer refirió que en 2019 se enteró acerca de los abusos que había sufrido su hija cuando iba de visita a la casa de Lautaro Teruel para jugar con un sobrino del acusado, de su misma edad.
Dijo que fueron varios hechos y que comenzaron cuando la menor iba a quinto grado. La denunciante señaló que –según lo relatado por su hija- el acusado la llevaba al baño, la tocaba y la obligaba a realizarle sexo oral. Le decía que era un juego, que era su secreto y que no debía contarle a nadie. Afirmó que en esa época el acusado tenía alrededor de 20 años.
La mujer manifestó que cuando su hija tenía 11 años comenzó a llevarla a un psicólogo porque se autolesionaba y tenía problemas de alimentación. Señaló que la menor le manifestó que no le había contado antes acerca de los abusos porque la madre de Lautaro era muy amiga de su abuela y tenía miedo de arruinar esa relación. Se animó a hacerlo cuando salió a la luz una denuncia en redes sociales contra el acusado, por otro presunto abuso.
Dijo que, a partir de las agresiones sexuales sufridas, su hija tuvo un cambio abrupto de comportamiento. Aparte de autolesionarse se quedaba encerrada en su dormitorio o se fugaba de la casa. También señaló que comenzó a frecuentar a jóvenes más grandes que ella. Algunos consumían sustancias prohibidas.
La madre de I. J. A. declaró luego de manera presencial durante la audiencia. Dijo que cuando se enteró acerca de los abusos quiso radicar la denuncia, pero en un primer momento su hija le pidió que no lo hiciera porque no quería revivir todos esos momentos.
Precisó que la menor quería mucho a la madre de Lautaro y quiso reunirse con ella y con el padre del acusado para pedirles perdón porque estaba decidida a denunciarlo para que otras chicas no pasaran por lo mismo. Sostuvo que a ese encuentro solo fue el padre de Lautaro y que les advirtió que no lo expusieran porque las perjudicadas serían ellas.
La testigo refirió que, como los Teruel eran personas con muchos contactos y los abusos habían ocurrido mucho tiempo atrás, decidieron grabarlo para tener pruebas a la hora de denunciarlo. Dijo que lo planearon juntas pero su hija lo concretó un día que se reunió con Lautaro a solas, sin avisarle.
La madre de la menor explicó que a partir de la denuncia pública subida a Facebook, Lautaro se comunicó con su madre (abuela de la damnificada), le confesó que él había abusado de la niña y le pidió que no lo denunciaran. Fue así que se supieron acerca de los abusos, confirmados luego por la propia víctima.
Sobre un resarcimiento económico mencionado en uno de los audios incorporados como prueba en la causa, la testigo aseguró que no les interesó pedir dinero, por eso recurrieron a la instancia penal. Admitió que sí habló con su hija sobre esa posibilidad, pero nunca concretaron ese pedido.
Marcos Lautaro Teruel se encuentra acusado en dos causas diferentes. En el primer expediente llega imputado por los delitos de abuso sexual con acceso carnal continuado, agravado por el daño en la salud de la víctima, en concurso ideal con corrupción de menores doblemente agravada por tratarse de menor de 13 años y por mediar engaño.
En la causa acumulada, Teruel está acusado, junto a Silvio Ezequiel Rodríguez y Gonzalo Isaac Farfán, por el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido por dos o más personas.
En el primer caso, la denuncia fue radicada por la madre de la menor el 13 de marzo de 2019. Los abusos habrían tenido lugar desde que la niña tenía 10 años. La segunda causa se inició por una denuncia radicada el 24 de mayo de 2019. La víctima dijo que el hecho tuvo lugar en enero o febrero de 2014.
En el juicio interviene el fiscal Federico Obeid. La defensa de los imputados está en manos de Juan Casabella Dávalos (Teruel), Marcos Gorriti y Elina Linares (Farfán) y Pablo del Pino (Rodríguez). En representación de las víctimas se desempeñan como querellantes la doctora Liza Medrano y los doctores Sebastián y Lucio Flores Giralt.
El tribunal colegiado está integrado por los jueces Carolina Sanguedolce (presidenta), María Gabriela González y Pablo Farah (vocales).