En su regreso al Monumental, venció a Central con un contundente 3-0. Borré, Montiel (de un penal que no fue) y De la Cruz, los autores de los goles.
River volvió a abrir las puertas del Estadio Monumental tras las refacciones que llevó a cabo y celebró una victoria por 3-0 ante Rosario Central gracias a los goles de Rafael Santos Borré, Gonzalo Montiel –de penal– y Nicolás De La Cruz.
Luego de seis meses de incesantes obras, el conjunto millonario pudo jugar nuevamente en casa. El club de Núñez invirtió aproximadamente 200 millones de pesos para ostentar uno de los mejores campos de juego del continente. Con este césped híbrido (95 por ciento natural y 5 artificial) se logró que el pique sea igual al de una cancha tradicional, pero ahora la pelota rodará con una mayor velocidad.
El flamante campo de juego mostró sus desafíos y los futbolistas de uno y otro equipo sintieron las nuevas complejidades que presentó a la hora de controlar la pelota o calibrar la velocidad de los pases. En ese contexto, el combinado local tuvo la más clara en el cuarto de hora en los pies de Jorge Carrascal. Matías Suárez desbordó por la zona derecha, con una bonita gambeta incluida, tiró el centro pasado y el colombiano –en soledad por el segundo palo– le pegó de volea en el aire, pero tiró la bola por arriba del travesaño.
A los 36, después de algunas aproximaciones del Millonario, llegó el grito de gol y con un condimento de polémica: Rafael Santos Borré fue más rápido que su marcador y empujó la pelota abajo del arco tras el toque de Paulo Díaz que ganó la posición en un córner desde la derecha. ¿Estaba habilitado el colombiano? La duda la despejó la repetición, que mostró que estaba en la misma línea que un jugador del Canalla.
Apenas se inició la segunda etapa, el combinado de Marcelo Gallardo estiró la diferencia con una jugada repleta de polémica: Fabrizio Angileri desbordó por izquierda, tiró el centro y el árbitro cobró un penal por una supuesta mano de Joaquín Laso. Si bien el jugador del Canalla se tiró con su brazo bien separado del cuerpo, la repetición televisiva dejó en claro que la pelota impactó en la zona de la axila.
oco le importó esto a Gonzalo Montiel, quien se hizo cargo de la pena máxima y la cambió por gol.
Inmediatamente, Joan Mazzaco vio la roja directa por un brutal pisotón sobre Nicolás De La Cruz y el partido se desequilibró automáticamente.
El marcador terminó de sentenciarse a los 18 minutos de esa segunda etapa y después de una pifia de Matías Suárez en el mano a mano contra Broun, errándole a la pelota. La jugada siguió, cayó en los pies de De La Cruz y el uruguayo aprovechó un desvío en Ávila para vencer al arquero rival con un disparo desde afuera del área.