Bacel, hijo de Delfín Castedo, fue arrestado en Aguaray en un control que había montado la Gendarmería Nacional a bordo de una camioneta Toyota Hilux.
Bacel Delfín Castedo, de 24 años, hijo de Delfín Castedo, uno de los mayores capos narco de la historia del noroeste argentino, señalado por movimientos de cocaína de gran porte, fue detenido por Gendarmería Nacional.
El joven fue encontrado en un control de la Ruta 34 camino Aguaray, tras partir de Salvador Mazza, donde tiene un domicilio registrado. Allí, lo encontraron a bordo de la Toyota Hilux que conducía.
Según la poca información que trascendió, el vehículo fue requisado por supuestas irregularidades en su tanque de combustible. Finalmente, el tanque no tenía ningún problema, pero los papeles de Bacel estaban ciertamente flojos. Tenía un pedido de captura nacional e internacional pendiente por una causa de 2019 por el delito de falsificación de documento público.
Relevos en otros registros personales también indicaron otro dato llamativo. El joven -sin empleo en blanco registrado- recibió el Ingreso Familiar de Emergencia durante la pandemia, al menos con un pago registrado en enero de este año, un hecho insólito de cara a su pedido de captura, la fortuna atribuida a su padre y la causa en su contra. El expediente tiene fecha de 2019.
De esta manera, quedó detenido y se le incautaron varios celulares, así como la camioneta Hilux. La Justicia federal, por su parte, dispuso un allanamiento en Aguaray relacionado al caso.
Delfín padre, hoy preso, fue un terrateniente con 28 mil hectáreas en la zona de Salvador Mazza, controlaba su estancia conocida como El Pajeal: se lo acusó de manejar el movimiento de cocaína desde Bolivia al país, con rutas que se esparcían a Santa Fe al mando de su clan familiar con su hermano Raúl, “El Ula”, como figura principal.
Fue arrestado en Ituzaingó en julio de 2016. Cuando fue detenido, el sospechoso mostró una identidad falsa, la misma que los gendarmes sabían que estaba utilizando, y negó ser el narco buscado. La captura se produjo tras tres meses de escuchas telefónicas sobre diez líneas.
Castedo fue acusado de homicidio, tráfico de drogas, asociación ilícita y lavado de activos, entre otros crímenes. Estaba prófugo desde 2008. Se lo buscaba, principalmente, por el brutal asesinato a puñaladas de una productora que se atrevió a denunciar sus negocios y sus connivencias políticas. El capo fue favorecido con exenciones de prisión por el juez Raúl Reynoso, único juez federal en Orán durante años, hoy condenado por la Justicia por incumplimiento de sus deberes.
En 2008, luego de que encontraran un cargamento de droga ligado al capo, Reynoso aplicó uno de sus métodos clásicos: redujo la calificación de Castedo y definió el expediente “como asociación ilícita en calidad de miembro, encubrimiento y lavado en concurso real”, para soltarlo con una caución.