El tandilense volvió al circuito en el Argentina Open, luego de 965 días, aunque cayó por 6-1 y 6-3. Igualmente fue ovacionado.
Juan Martín Del Potro protagonizó un regreso de película sin final feliz al circuito después de dos años y medio parado y con cuatro cirugías a cuestas, con el Argentina Open como excusa y un partido ante Federico Delbonis en el que generó una atmósfera única que sólo él puede lograr en el tenis argentino. El tandilense cayó 6-1 y 6-3 en la primera ronda del certamen, en una noche plagada de emociones, más allá del resultado.
La presencia del héroe de la Copa Davis, del fenómeno que le discutió la hegemonía a los gigantes de esta época, Federer, Nadal y Djokovic, comenzó a respirarse desde temprano en los alrededores del estadio, con muchísima gente yendo y viniendo, el tránsito vehicular complicado y la irrupción de los «trapitos» por primera vez en mucho tiempo.
Llegó el día más esperado del Argentina Open. Juan Martín Del Potro volvió al circuito en un marco impactante. Vestido de negro, con los ojos humedecidos por la emoción y una constante ovación que sobrevoló cada sector del Court Guillermo Vilas del Buenos Aires Lawn Tennis, la estrella local se hizo presente para afrontar su desafío frente a Federico Delbonis, su amigo y compañero de la histórica Copa Davis que ganó la Argentina en Zagreb, contra Croacia.
«Lo di todo. Tal vez hoy son esos días que no quería que llegaran nunca, pero también que voy a recordar toda mi vida. Todavía no encontré un lugar donde sea más feliz que acá adentro», expresó Del Potro tras finalizar el partido.