Así lo reflejó el índice de septiembre que elaboró la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA). Además, el impacto del cepo cambiario y los altos costos de producción.
El índice del presente mes elaborado por la Fundación Agropecuaria, reflejó que la participación del Estado en la renta agrícola fue del 62% para el promedio ponderado de los cultivos de soja, maíz, trigo y girasol.
Esto quiere decir que de cada $100 de renta (ingresos menos costos) que genera una hectárea agrícola, $62 se lo llevan los distintos niveles del Gobierno a través del cobro de impuestos.
Además, la participación del Estado en la renta de una hectárea de maíz es de 52,9%, en una de trigo, es de 57,2%; en una de girasol, es de 56,3%, y en una soja es de 66,7%.
La presión impositiva es uno de los principales problemas que afecta al negocio agropecuario.
Por otro lado, en la comparación interanual, el relevamiento de FADA señaló que los impuestos nacionales no coparticipables incrementaron su participación, pasando del 55,7% al 62,6%, mientras que todo el resto cayó.
Según los especialistas de la Fundación, “este cambio en la composición es resultado del incremento de las retenciones, que son un impuesto no coparticipable, que al mismo tiempo reduce un impuesto coparticipable como es el impuesto a las ganancias”.