Cuello uteríno

Descendió en Salta la tasa de mortalidad por cáncer cérvicouterino

Este tipo de cáncer es uno de los más diagnosticados en la población femenina y está relacionado con el virus del papiloma humano (VPH). Si no se detecta y trata a tiempo, puede ocasionar la muerte.

El 26 de marzo es el Día Mundial de Prevención del Cáncer de Cuello Uterino, enfermedad que suele ser más frecuente en mujeres de entre 15 y 45 años.

Este tipo de cáncer es el tercero más diagnosticado entre la población femenina. A pesar de que es una enfermedad prevenible, continúa siendo un problema significativo de salud pública.

En la Argentina, según el Programa Nacional de Prevención de Cáncer Cérvicouterino, cada año se diagnostican alrededor de 4500 nuevos casos y ocurren alrededor de 2000 decesos de mujeres por esta causa.

Estadísticas del año 2021 indican que en ese año hubo 2159 defunciones por cáncer cérvicouterino, lo que representó una tasa bruta de 9,3 decesos cada 100 mil mujeres.

 

Según esos registros, el número de defunciones por rango etario fue el siguiente:

· De 25 a 29: 76

· De 30 a 34: 127

· De 35 a 39: 209

· De 40 a 44: 236

· De 45 a 49: 243

· De 50 a 54: 211

· De 55 a 59: 222

· De 60 a 64: 188

· De 65 a 69: 208

· De 70 a 74: 127

· De 75 a 79: 110

· Más de 80: 193

“En Salta hubo un mejoramiento en la tasa de mortalidad por cáncer de cuello de útero, de ocupar el primer lugar entre 2003 y 2005, en el 2021 pasamos al cuarto lugar”, comentó la médica Belén Franzini, jefa del programa de Oncología del Ministerio de Salud Pública.

 

Transmisión

El cáncer cérvicouterino es una de las enfermedades de transmisión sexual más comunes, ya que el origen principal es el contagio del virus del papiloma humano (VPH), que se da por contacto sexual.

Cuando el VPH ingresa al organismo, el sistema inmunológico lo ataca y puede desaparecer sin causar infección, pero en un 10% de los casos, la infección persiste, puede ocasionar lesiones precancerosas y evolucionar a cáncer de cuello de útero.

 

Prevención y detección

La infección por VPH es más habitual en mujeres jóvenes, que tienen sus primeras relaciones sexuales, y en adultas, durante la menopausia. Por ello, una de las medidas de prevención más eficaces es la vacuna, que se coloca en forma gratuita a los 11 años de edad, tanto a mujeres como a varones.

Se recomienda el uso de preservativo en las relaciones sexuales, como barrera para evitar el contagio.

Una persona con el sistema inmunológico debilitado es más proclive a contraer infecciones, por lo que para estar saludable se recomienda consumir alimentos ricos en fibras y vitaminas, evitando las grasas, mantener correcto hábito de sueño, evitar el tabaco y hacer actividad física regular para controlar el estrés.

La detección temprana de anomalías, mediante el examen de Papanicolaou, permite realizar tratamiento y evitar el cáncer de cérvix uterino. Se recomienda esta práctica a toda mujer a partir de los 25 años y la consulta ginecológica periódica.

 

Diagnóstico y tratamiento

El Programa de Ginecología del hospital San Bernardo tiene especialidad oncológica. Allí se atienden consultas, se realizan diagnósticos y también se reciben derivaciones desde diferentes hospitales de la provincia para tratamientos.

De este programa dependen los consultorios de ginecología general, patología mamaria, Papanicolaou y colposcopia y uroginecología.

La detección de células cancerosas se realiza a través del Servicio de Citodiagnóstico, que centraliza las lecturas de Papanicolaou de toda la provincia, a excepción de las de pacientes del hospital Materno Infantil.

 

Hospital Materno Infantil

Este establecimiento ha incorporado en comodato un equipo de detección automatizada de VPH, el primero del país, con el que se realiza el test con genotipificación. Este recurso es una herramienta muy efectiva para el diagnóstico temprano en mujeres que asisten al hospital, y favorece el acceso oportuno a tratamiento en prevención del cáncer de cuello de útero.

Se trata de un equipo de última generación para detección de VPH, que identifica los tipos de este virus a través de un tamizaje. Ante un resultado positivo, a la mujer se le debe realizar un estudio de citología para más especificidad.

El estudio a través de este equipo está destinado a mujeres mayores de 25 años, que no estén cursando embarazo ni hayan tenido una histerectomía.

La incorporación de este equipo se da en el marco de un proyecto de investigación realizado por profesionales de las unidades de Ginecología y de Biología Molecular, que integran la Unidad de Conocimiento Traslacional Hospitalario.

El grupo multidisciplinario ha desarrollado una estrategia integral para detectar e identificar genotipos del VPH y mejorar la prevención del cáncer cérvicouterino.

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