A través de un duro pronunciamiento, el Partido Justicialista distrito Salta lanzó fuertes críticas al «modelo libertario», cuestionó el DNU y la Ley Ómnibus advirtió, entre otros puntos, que «el pretendido enfrentamiento entre argentinos de bien y del mal solo sirve para hacer sufrir más a la población, debemos reconciliar a los argentinos y argentinas»
Con las firmas de su presidente y vicepresidente primero, Esteban Amat y Gastón Galíndez respectivamente, el Partido Justicialista distrito Salta, publicó un duro pronunciamiento en el que advierte sobre el camino tomado por el Gobierno Nacional y las consecuencias de la política económica y social implementadas.
Tras analizar el impacto de las políticas implementadas en los primeros días de gobierno de Javier Milei y recordar que recuerdan a las implementadas durante la dictadura, desde el PJ Salta advierten que ese modelo de desregulación económica, reforma laboral y endeudamiento del Estado nunca sirvieron «para desarrollar la industria y crear trabajo, sino que solo se utilizó para disimular el déficit fiscal, enriquecer a los bancos y subordinarnos colonialmente».
En este sentido agregan que la prioridad del país hoy es justamente lo contrario, «porque lo urgente es resolver el desamparo de millones de compatriotas a los que el hambre les niega el futuro, y eso se logra poniendo en marcha una economía de inclusión que genere trabajo y salarios dignos».
En otro fragmento de este texto apuntan al enfrentamiento que provocan desde el Gobierno Nacional y sus sectores políticos y empresariales aliados: «El pretendido enfrentamiento entre argentinos de bien y del mal solo sirve para hacer sufrir más a la población, debemos reconciliar a los argentinos y argentinas».
El pronunciamiento completo:
«Argentina vive momentos de extrema e inusitada tensión institucional, política, económica y social, debido a las medidas que ejecuta y propone el Poder Ejecutivo Nacional, que conduce Javier Milei en sus primeros días de gobierno, que nos recuerdan al tristemente célebre Proceso de Reorganización Nacional, la sangrienta Dictadura que asoló nuestra Patria, porque perjudicó, y ahora también ocurre, a los trabajadores de clase media y a los sectores sociales que más apoyo necesitan del Estado.
La feroz devaluación que impactó en un brutal aumento de precios, el DNU dictado que se arroga la suma del poder público y que va en contra de nuestro modelo constitucional de división de poderes y la llamada Ley Ómnibus enviada al Congreso, tienen como objetivos destruir nuestro modelo institucional y social de país y maximizar las ganancias de los sectores de más altos ingresos generando una concentración del poder que erosiona el funcionamiento de las instituciones democráticas, lo que nos permite cuestionar tanto su legitimidad social como la esencia de los valores que encarnan.
Resistimos fuertemente ante la intención del Poder Ejecutivo Nacional de apropiarse de facultades propias e indelegables del Congreso de la Nación, por cuanto amenaza y pone en riesgo la estabilidad de las instituciones, abandonándolas a caer al precipicio de la autocracia; como así también nos resistimos a la idea de que la solución al problema económico es empobreciendo al pueblo y entregando nuestros recursos naturales, nuestras tierras, las empresas y nuestra soberanía misma.
Claramente el mencionado DNU y la Ley esconden, detrás de sus voluminosos cuerpos, reformas y derogaciones, un nuevo modelo de colonización.
El llamado «modelo libertario» busca nuevamente la desregulación económica, la reforma laboral y el endeudamiento del Estado argentino, eludiendo el control parlamentario.
Sabemos que esto jamás sirvió para desarrollar la industria y crear trabajo, sino que solo se utilizó para disimular el déficit fiscal, enriquecer a los bancos y subordinarnos colonialmente.
Hoy la prioridad es justamente lo contrario a eso, porque lo urgente es resolver el desamparo de millones de compatriotas a los que el hambre les niega el futuro, y eso se logra poniendo en marcha una economía de inclusión que genere trabajo y salarios dignos, tal como lo como reclama históricamente el Movimiento Obrero; además de garantizar el acceso a la educación, a la salud ciudadanía y a la cultura como pilares de desarrollo de todo el potencial de las y los argentinos, ya que sin acceso no hay ciudadanía.
Un verdadero proyecto de país, se sostiene sobre tres grandes políticas: la unidad nacional, que cierre definitivamente la grieta, el gran acuerdo político y social y la revolución en paz. El pretendido enfrentamiento entre argentinos de bien y del mal solo sirve para hacer sufrir más a la población, debemos reconciliar a los argentinos y argentinas.
Es cierto que la Argentina vive una crisis económica pero este gobierno pretende llevarse por delante las instituciones democráticas lo que desembocará sin lugar a dudas en una crisis política y social profunda.
Por eso desde el Partido Justicialista instamos a la unidad de todos los sectores populares en la lucha contra el avasallamiento que representan el DNU y la llamada Ley Ómnibus, como un primer paso para luego volver a discutir políticas y acciones que lleven a un verdadero crecimiento de la Nación y el bienestar de los argentinos y argentinas«