La expresidenta de facto fue aprehendida en su domicilio en la localidad de Trinidad y trasladada en avión a La Paz, ciudad donde un fiscal pidió su arresto junto al de varios de sus colaboradores políticos y militares.
La expresidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez y algunos de sus ministros fueron detenidos en la madrugada del sábado acusados de sedición, terrorismo y conspiración, lo que reavivó el debate entre oficialismo y oposición sobre la existencia de un golpe de Estado contra Evo Morales en 2019.
Áñez evitó declarar ante la Fiscalía y permanece en unas celdas que tiene la Fuerza Anticrimen en La Paz, a la espera de que se defina su situación judicial tras la acusación de haber participado en el golpe que sacó del poder a Morales.
La expresidenta fue aprehendida en su domicilio en Trinidad, capital del departamento Pando, y trasladada en avión a La Paz, ciudad donde un fiscal pidió su arresto junto al de varios de sus colaboradores políticos y militares, informaron medios locales.
La televisión boliviana la mostró llegando al aeropuerto de El Alto de la ciudad, sin esposas y escoltada por el actual ministro del Gobierno, Carlos Eduardo del Castillo, además de varios policías.
«Informo al pueblo boliviano que la señora Áñez ya fue aprehendida y en este momento se encuentra en manos de la policía», anunció Del Castillo en sus cuentas de Twitter y Facebook.
Por su parte, la expresidenta de facto denunció en las redes sociales «un acto de abuso y persecución política», y advirtió que el Ejecutivo –y no la justicia- la acusaba de “haber participado en un golpe de Estado que nunca ocurrió».