El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la «Declaración Universal de los Derechos Humanos», a partir de allí y mediante resolución 423 (V) se invitó a todos los países a que fijen esa fecha como el Día Internacional de los Derechos Humanos.
A su vez el estado Argentino dio jerarquía constitucional a la Declaración Universal de los Derechos Humanos que actualmente se encuentra expresamente mencionada en el artículo 75 inc 22 de la Constitución Nacional. La Declaración fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948 en su Resolucion 27, como un ideal común para todos los pueblos y naciones. La Declaración establece, por primera vez, los derechos humanos fundamentales que deben protegerse en el mundo entero y ha sido traducida a más de 500 idiomas.
En el art 1 expresa: ‘Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros’.
El contexto histórico se explica en referencia a las secuelas de la Segunda Guerra Mundial que provocaron millones de muertos y las mayores atrocidades humanas, el genocidio al pueblo judío por parte del racismo hitleriano, requirió el establecimiento de nuevas reglas mundiales de convivencia para la convulsionada comunidad internacional y, especialmente, para las Naciones europeas cuyos regímenes totalitarios y expansionistas habían provocado la conflagración. Este nuevo orden mundial en el que se destacan las Naciones Unidas y las demás organizaciones especializadas, el Consejo de Europa y la Organización de Estados Americanos, fueron diseñadas con el fin de constituir un espacio permanente de diálogo y cooperación entre los países, para el mantenimiento de la paz.
La creación del derecho internacional de los ddhh permite que las normas creadas mediante tratados internacionales, que suscriban los estados, sean obligatorias y exigibles de cumplimiento, y que las violaciones y comisiones de delitos contra (lesa)la humanidad tengan jurisdicción internacional y puedan juzgarse en cualquier país.
En Argentina hubo varios episodios del accionar del Estado terrorista y un último período que finalizó en el año ’83, que produjo las más variadas violaciones a los ddhh, torturas aberrantes, centros clandestinos de detención, robos de bebés, secuestros, asesinatos, violaciones, desaparición de personas. Delitos estos que, ante el cepo de impunidad, al principio creado por los mismos asesinos, fueron condenados por el mundo represores argentinos mediante sentencia, en países como Alemania, España y Francia, en vigencia de la jurisdicción internacional.
En Salta, quien debió investigar la desaparición del gobernador Ragone, fue condenado hace poco por ser partícipe. Lo que terminó demostrando que el estado terrorista no solo funcionaba con el secuestro y desaparición, sino además con la negativa del estado (judicial y administrativa) de investigación y búsqueda del desaparecido.
Este nuevo aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos debe ser una nueva convocatoria para que cada Estado renueve su compromiso con la Paz mundial y el bienestar de los pueblos, para ello debe trabajarse con heridas cerradas con justicia, que debe ser la prioridad del Poder Judicial, aunque parezca una obviedad; la desaparición de Miguel Ragone, secuestrado en marzo de 1976, debió esperar hasta el año 2003 para que empiece su investigación, con 65 excusaciones de diferentes magistrados, hasta la primera sentencia condenatoria en el año 2011 que, casi una década más tarde, días atrás, la Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmara.
La defensa y el compromiso por los Derechos Humanos requiere de un gran valor para no excederse del camino ni justificar excepciones, son principios constitucionales que deben marcar las políticas públicas, la comunidad internacional, finalizada la segunda guerra mundial afrontó esa situación, no negó la existencia del horror, no miró para el costado, y dio un formidable salto cualitativo universal a través de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que comienza a gestarse en 1945 con la fundación primaria de las Naciones Unidas, en 1946 con el juicio de Nüremberg, que tiene su consagración el 10 de diciembre de 1948 con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, ese es el acta fundacional del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, pero es más que eso, es una respuesta universal y colectiva frente a la ilegalidad y el horror, que supone anteponer la legalidad, los principios, los derechos y también la memoria.
En definitiva, los Derechos Humanos son una obligación que tienen los Estados, una obligación que tienen hacia la humanidad de preservar los derechos del ser humano, los derechos individuales, los derechos sociales, y también los de incidencia colectiva.