UVA

Diputados aprobó un «alivio» para los deudores UVA

Con voto dividido de la oposición, avanzó el proyecto del oficialismo para socorrer a los tomadores de estos préstamos. La norma prevé que la cuota no supere el 30% de los ingresos.

Con el voto dividido de la oposición, la Cámara de Diputados aprobó un proyecto que busca socorrer a los tomadores de créditos UVA. Fue girado al Senado y entre sus puntos plantea que la cuota a abonar no debe superar el 30% de los ingresos de los deudores. También crea un fondo fiduciario.

La iniciativa impulsada por el oficialismo fue aprobada con 134 votos a favor, 40 en contra y 18 abstenciones. Tuvo el respaldo el respaldo del Frente de Todos, la UCR, el Interbloque Federal y Provincias. Se opusieron el Pro y Evolución Radical.

El proyecto establece un sistema de cobertura a los deudores con la implementación del cálculo de los saldos adeudados con ajuste mediante un índice actualizable según los salarios, en lugar de la inflación.

Los deudores que pagan el impuesto a las Ganancias podrán deducir los intereses de créditos hipotecarios con un límite de hasta tres salarios mínimos por año. También podrán vender la propiedad y el crédito que tomaron.

En concreto, las cuotas adeudadas se ajustarán por el índice RIPTE (salario formal de la economía), de manera que si la diferencia entre la cuota calculada con base en los salarios resulta que la calculada por UVA, los deudores abonarán el ajuste por salarios.

Al mismo tiempo, la diferencia se compensará con aportes mensuales de los bancos mediante el «Fondo Fiduciario de Compensación y Promoción Hipotecario». Además, en caso de que la cuota calculada por salarios sea mayor a la calculada por UVA, continuará prevaleciendo la más baja.

En lo que respecta al aporte de los bancos, este será de hasta el 0,0025% del promedio de los saldos diarios de los depósitos en pesos y en moneda extranjera. A su vez, el Banco Central tendrá la posibilidad de integrar el Fondo Fiduciario con las primas aportadas por quienes tomen nuevos créditos.

En este contexto, para los créditos ya otorgados el cálculo en base a salarios se realizará tomando como período base el 1 de enero de 2023. En paralelo, el valor de la cuota no podrá superar el 30% de los ingresos de los deudores, procediendo a extender el plazo del crédito en hasta un 25% en caso de que esto ocurra.

En esta misma línea, si el deudor se encuentra desocupado, el Fondo responderá por hasta las tres primeras cuotas en mora y también se suspenderán los juicios de desalojo y embargos por un año. De igual manera, las familias que accedan a la ley son obligadas a desistir de cualquier acción judicial en trámite.

El mendocino Julio Cobos fue el principal impulsor del proyecto que partió de un arduo debate entre el diputado de la UCR y Carlos Heller, presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda. La iniciativa se aprobó con 134 votos a favor, 40 en contra y 18 abstenciones.

«El problema es inmenso para las más de 95.000 familias tomadoras de crédito, pero es ínfimo para el sistema financiero. Los créditos UVA representan el 2% de los créditos y solamente el 0,9% de los depósitos», sostuvo durante el debate.

Cobos argumentó: «Hoy no existe el crédito hipotecario porque se rompió la equidad contractual entre la evolución del salario y la evolución de la inflación, y esa equidad es la que se debe mantener en todos los contratos a largo plazo».

En este sentido, precisó que «en 2016 se otorgaron 9.000 créditos; en 2017, 75.000; en 2018, 81.000; en 2019, 10.000 y a partir de 2020 prácticamente ninguno».

«Lo que pasó fue que a partir de septiembre de 2018 el salario perdió contra la inflación, y por eso aparecieron medidas y sugerencias de los tres poderes», explicó.

El planteo lo enfrentó con el economista Martín Tetaz, quien había llevado adelante un dictamen de minoría con ciertas similitudes y diferencias, particularmente en lo que respecta al aporte bancario. «Nuestro planteo fue no crear un problema donde el problema no existe», remarcó.

«Sí, la gente que sacó un crédito hipotecario está penando para poder pagar la cuota y es pobre igual que los 40 millones de argentinos que han visto caer su salario real entre un 20% y un 25% en los últimos años, pero esa caída afecta por igual al que tomó un crédito UVA y al que alquila», amplió Tetaz.

Si bien su propuesta coincidía en la actualización de las cuotas por RIPTE y la ampliación del plazo del crédito en caso de que la cuota supere el 30% de los ingresos, entre otras cosas, marcaba que el Fondo de Compensación solo intervendría cuando la inflación aumentara más que los salarios y no a la inversa como fue aprobado.

El economista planteaba que «el aporte de los bancos sería por única vez o si se produce alguna situación de excepcionalidad que así lo requiera». Pero su dictamen no prosperó.

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