La última suba se produjo el 13 de noviembre. Diversos analistas aseguran que el rendimiento de los distintos instrumentos para inversores quedó por debajo de las proyecciones de inflación.
Para hacerle frente a las inestabilidades cambiarias de octubre, la administración nacional utilizó un combo de herramientas que contempló un retoque del esquema de tasas de interés. Al ritmo de la suba de la cotización del dólar paralelo y de los dólares financieros, el Banco Central subió varias veces los rendimientos de distintos instrumentos para inversores mayoristas y minoristas.A pesar de la búsqueda de “armonizar” las tasas -así le llaman desde la entidad comandada por Miguel Pesce a las subas-, diversos analistas consideran que los rendimientos pasaron a terreno real negativo y que es necesario “corregir” para que no se produzcan futuras presiones cambiarias. Las últimas subas implementadas por la entidad fueron el 13 de noviembre.
Un informe de la consultora Ecolatina asegura que si bien “el Banco Central aumentó el rendimiento de los pases pasivos, las Leliq y los plazos fijos en noviembre, la inflación se aceleró en mayor medida”. “Por lo tanto, aunque la tasa de interés nominal subió, la tasa de interés real se volvió negativa”, analiza el documento. “Será necesario corregir este esquema de incentivos para contrarrestar las presiones cambiarias en el corto plazo. De lo contrario, los problemas continuarán”, estimaron.
Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina, estimó que si se anualiza una inflación mensual promedio del 3,2% el porcentaje llega al 45%. Según los 10 mejores pronosticadores consultados por el Banco Central, la inflación esperada para los próximos 12 meses es del 48,2%. Salvo las Leliq, todas las tasas efectivas anuales están por debajo de esa marca.
(Ámbito)