Se trata de los resultados de una encuesta elaborada por la consultora Zuban, Córdoba y asociados, realizada el 28 y 29 de diciembre, en la que además se observa una caída, de más de un punto diario, de la imagen de Javier Milei desde que asumió la presidencia.
En el análisis de la muestra desde la consultora afirman que “los contextos mandan y que los contextos son extremadamente líquidos”, tal como lo vienen anticipando desde hace algunos años, y también añaden que “los consensos en Argentina son precarios y efímeros” y que “podían desvanecerse en el aire ante el primer disgusto o insatisfacción”.
“Gobernar creyendo que el consenso que se logró en un momento determinado en el tiempo, va a ser permanente, es el primer paso para cometer errores de gravedad”, remarcan desde la empresa.
Desde esas afirmaciones, validadas entre otros acontecimientos por la estrepitosa caída en la imagen de Alberto Fernández, que supo tener el 80% de imagen positiva durante la pandemia, explican lo que viene sucediendo en el país con la imagen de Javier Milei desde el día que asumió como presidente de la Nación: “perdió más de un punto de imagen positiva por día, y hoy tiene un 55% de imagen negativa”, al tiempo que explican que se trata de “la pérdida de diferencial positivo más acelerada de la que tengamos registro. Nos atrevemos incluso a decir que probablemente sea la más acelerada en toda la historia de la región. Nunca se vio una caída tan pronunciada en tan corto tiempo”.
“Junto a su imagen personal hemos detectado también un colapso de prácticamente todo su sistema de ideas y sus medidas de gestión. Tanto el DNU desregulador como la Ley Ómnibus presentada en el Congreso cosechan niveles importantes de rechazo. Incluso parece empezar a configurarse una mayoría dispuesta a votar en contra de todas las medidas en un potencial plebiscito” explican desde la consultora.
En el análisis de la encuesta, desde la consultora indican que “el gobierno de Milei hizo anuncios de extrema gravedad económica e institucional usando el mismo tono que se utilizó en las elecciones”, lo que para los analistas es considerado como un “grave error que genera distorsiones y atenta contra la generación de consensos”.
“La cuestión de las formas también debe ser mencionada. Nuestro estudio muestra de forma nítida que una inmensa mayoría cree que el DNU es inconstitucional y que la ley ómnibus debe ser rechazada por el Congreso. El uso de facultades delegadas y el abuso de poder caen especialmente mal en la opinión pública de nuestro país”.