Las repercusiones por el caso de violencia de género que disparó el caso del concejal Ricardo Colque, comienzan a extenderse al entorno familiar del edil violento, ya que no solo trascendió que ya tenía al menos una denuncia previa por violencia de género, sino también por la aparición de terceras personas, como el caso de su padre, que pretende descartar todo a una operación política, a pesar de sus propios antecedentes.
Al tratarse de un funcionario público este caso tomó una relevancia especial que quizás no tienen otros con los mismos o menos antecedentes, pero justamente por tratarse de un caso en el que está involucrado un funcionario público, que de mínima debió estar capacitado en perspectiva de género tal y como lo manda la Ley Micaela, este caso tiene dos vías de solución que aún no se concretan.
La primera es la vía judicial que desde un primer momento viene cargada de rumores de la actuación de la jueza y de los policías intervinientes ante las denuncias que efectuaron los vecinos del edil al 911
En un primer momento trascendió que ante los llamados al sistema de emergencia 911, desde el Juzgado de Violencia de Género se le envió un mensaje al edil, con los policías, recomendándole que evite ejercer violencia psicológica contra su pareja.
Otro trascendido fue que los policías intervinientes debieron haber detenido al concejal ya que cuando llegaron al domicilio encontraron a la mujer con la cara ensangrentada, lo que debió considerarse como delito infraganti, cosa que claramente no sucedió.
Finalmente el viernes por la tarde se conoció la noticia de que la fiscal Liliana Jorge imputó al concejal, que se negó a declarar, por el delito de lesiones leves agravadas por la relación de pareja y por el género.
Pero en el medio, el padre del concejal, fue el que en declaraciones a FM Aries dijo que nunca había visto algo así en su vida y que todo «me parece una operación desmedida y desproporcionada. Creo que a esto lo está armando alguien, más tarde o más temprano lo vamos a saber».
Más tarde o más temprano lo íbamos a saber, pero ahora lo sabemos más temprano, porque a la denuncia anterior, en 2018, que tiene su hijo (y se rumorea sobre una anterior, en 2015), es menester sumar las que él mismo viene arrastrando desde años anteriores, desmoronando así la teoría de la operación política, porque todo indica que los salteños estamos en presencia de una familia que naturalizó la violencia y busca algún tipo de excusas para poder morigerar el impacto político y judicial negativo que recae ya no solo sobre el funcionario electo, sino sobre su entorno más directo.
Algunas de las denuncias que pesan sobre Colque padre son por delitos económicos en enero de 2020, por violencia familias en 2015 y por desobediencia judicial en abril y mayo de ese mismo año, por deudas en la cuota alimentaria en 2014, tiene una demanda de alimentos en 2014 y otra denuncia por desobediencia judicial en el mismo año, hay además una denuncia por amenazas a una mujer en mayo de 2010 y en noviembre de ese año fue imputado en una causa en que la denuncia es otra mujer.
En 2018 fue imputado en otra causa por incumplimiento de los deberes de asistencia familiar, y un año antes tuvo otra imputación por la misma causa; en 2016 lo demandaron por un aumento en la cuota alimentaria y en 2015 otra vez por amenazas.
Y a raíz de conocerse todas estas denuncias, cuyo extracto obra en poder de El Influencer, también comenzó a circular el rumor de que en el año 93 ya se había visto involucrado en un caso de violencia en el que una mujer habría terminado internada por la golpiza que habría recibido por parte del padre del concejal violento.
Y otro caso en el que se vio envuelto el padre del edil fue en 2009, en un caso de un intento de rapto de menores en la localidad de El Galpón.
En aquel entonces luego de una persecución en la mencionada localidad un hombre fue detenido y ante los policías dijo llamarse Ricardo Colque y que era de profesión abogado: LINK A LA NOTA
Así las cosas, finalmente el concejal fue imputado, el padre hizo un intento de politizar la causa logrando que se conocieron de él mismo sus antecedentes y el Concejo Deliberante se tomó casi toda una semana para resolver políticamente este asunto que comenzó con un pedido de licencia de su partido, luego un pedido de renuncia y continúa con una comisión investigadora mientras el concejal sigue siendo concejal y sus acciones son su silencio y la embarrada de su padre.
Foto: elexpresodesalta.com.ar
Todo lo que dice el Influen eres verdad. El concejal en el año 2015 desfiguró a una niña que era su novia, se llama Azul Arini y residía en Campo Quijano