Los científicos del IPCC afirman que comenzamos a observar eventos climáticos extremos y si no cambiamos el rumbo cada vez serán más difíciles de manejar.
Se está cerrando la ventana de oportunidad para actuar contra el cambio climático, advierten los científicos responsables de la segunda entrega del Sexto Informe elaborado por el Grupo de Trabajo II de Impactos, Adaptación y Vulnerabilidad del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC).
La humanidad enfrentará eventos climáticos extremos si se superan los 1.5 ºC de temperatura, algunos de los cuales serán irreversibles.
“Este informe enfatiza la urgencia de una acción inmediata y más ambiciosa para abordar los riesgos climáticos. Las medias tintas ya no son una opción”, asegura Hoesung Lee, presidente del IPCC.
Muerte masiva de árboles y corales
Lo que los científicos advirtieron en el pasado hoy es una realidad: Cada año observamos más olas de calor, sequías e inundaciones que superan la capacidad de plantas y animales de adaptarse.
Estos eventos están ocurriendo simultáneamente, causando impactos en cascada que son cada vez más difíciles de manejar.
Por primera vez somos testigos de la muerte masiva de especies como árboles y corales.
Las personas que habitan África, Asia, América Central y Sur, las islas pequeñas y el Ártico se enfrentan con problemas para garantizar su seguridad alimentaria y el acceso a agua potable.
En este informe se destaca que es imperativa una acción ambiciosa y acelerada para adaptarse al cambio climático y evitar la creciente pérdida de vidas, biodiversidad e infraestructura, al tiempo que se deben reducir rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Este informe enfatiza la urgencia de una acción inmediata y más ambiciosa para abordar los riesgos climáticos. Las medias tintas ya no son una opción”, dice Hoesung Lee, presidente del IPCC durante la presentación de la segunda parte del sexto Informe.
Limitar el aumento de la temperatura
Así como la evidencia científica apunta a que el ser humano es responsable del cambio climático debido a la quema de combustibles fósiles, también tiene certeza que se debe limitar el aumento de la temperatura global a 1.5 °C.
“La evidencia científica es inequívoca: el cambio climático es una amenaza para el bienestar humano y la salud del planeta. Cualquier retraso adicional en la acción global se perderá una ventana de oportunidad para asegurar un futuro habitable”, de acuerdo con Hans-Otto Pörtner, copresidente del Grupo de Trabajo II del IPCC.
Las ciudades pueden aminorar los riesgos
En las ciudades vive más de la mitad de la población mundial y cada vez enfrentan mayores amenazas con las olas de calor, las tormentas, las sequías, las inundaciones y el aumento del nivel del mar.
Debra Roberts, copresidenta del Grupo de Trabajo II, señala que estos riesgos se incrementan ante un crecimiento urbano mal planificado, altos niveles de pobreza, desempleo, y falta de servicios básicos.
Las ciudades, no obstante, pueden amortiguar los impactos del cambio climático.
“Los edificios ecológicos, el suministro confiable de agua limpia y energía renovable, y los sistemas de transporte sostenibles que conectan las áreas urbanas y rurales pueden conducir a una sociedad más inclusiva y justa”, indica Roberts.
El papel de los ecosistemas saludables
Otro aspecto importante de este informe es que se deben restaurar y conservar de forma efectiva del 30 al 50 por ciento de los hábitats terrestres, de agua dulce y oceánicos de la Tierra.
“Los ecosistemas saludables son más resistentes al cambio climático y brindan servicios críticos para la vida, como alimentos y agua limpia”, señala Hans-Otto Pörtner.
La sociedad en su conjunto puede beneficiarse de la capacidad de la naturaleza para absorber y almacenar carbono, y con ello, se puede acelerar el desarrollo sostenible.
Los científicos señalan que el cambio climático interactúa con tendencias globales como el uso insostenible de los recursos naturales, la creciente urbanización, las desigualdades sociales, las pérdidas y daños por eventos extremos y una pandemia, que ponen en peligro el desarrollo futuro.
Para reconciliar diferentes valores, intereses y visiones del mundo es necesario que en el abordaje de los desafíos participen gobiernos, sector privado y sociedad civil, añade Debra Roberts.
Este trabajo en conjunto nos llevará a una toma de decisiones e inversión que tome en cuenta la reducción de riesgos, equidad y justicia.
Una mexicana integrante del IPCC
Este reporte debió publicarse en septiembre de 2021 pero se retrasó debido a la pandemia. Estuvieron involucrados 270 autores, de 67 países, entre ellos, la mexicana Débora Ley, integrante de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU, quien participó en el capítulo 18 “Trayectorias de desarrollo resilientes al clima”.
En entrevista para Tec Review destaca que a diferencia de otros informes en este ya se documentan los impactos del cambio climático en los ecosistemas y a medida que aumente más la temperatura serán peores.
“La esperanza es que todavía podemos actuar, pero necesitamos voluntad política, financiamiento, gobernabilidad a través de diferentes niveles e instituciones fuertes”.
En este capítulo se habla de cómo integrar acciones que reduzcan los riesgos y emisiones de contaminantes para apoyar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y más allá del año 2030.
En este segundo informe se juntan las ciencias naturales con las ciencias sociales. Débora Ley indica que es interesante cómo se proyecta la adaptación al cambio climático de acuerdo con cada contexto: no es lo mismo en una zona urbana que en una rural en donde se busca rescatar el conocimiento indígena.
El informe indica que la humanidad tiene una década para dejar sentadas las acciones más importantes que conduzcan a las transformaciones más urgentes, añade.
Este informe incluye una sección especial sobre los impactos del cambio climático, los riesgos y las opciones para actuar en favor de las ciudades y los asentamientos humanos en distintos ecosistemas, desde tierras áridas hasta regiones polares.
También incluye un atlas con datos y hallazgos sobre los impactos y riesgos del cambio climático observados y proyectados desde escalas globales a regionales para que los tomadores de decisiones se guíen en esa información.
Fuente: Por Luz Olivia Badillo* para www.tecreview.tec.mx
*Periodista especializada en temas de ciencia desde hace 12 años.
Ha escrito para la Academia Mexicana de Ciencias en donde también
fue editora de su boletín mensual y ha sido reportera del
Foro Consultivo Científico y Tecnológico.