El enoturismo hasta 2019 crecía a pasos sostenidos focalizados en Mendoza y en las provincias del NOA, especialmente Salta, con un notable crecimiento del sector en la Patagonia y en nuevos productores vitivinícolas como Córdoba y Buenos Aires. En 2021 se intentará retomar esta senda paralizada este año por la pandemia.
El Turismo del Vino o enoturismo creció de forma constante desde el año 2004 al año 2013 y las provincias que alcanzaron mayor desarrollo fueron principalmente Mendoza y Salta a partir de un trabajo entre el sector privado y apoyo del sector público.
Para tener una realidad del crecimiento debemos sacar del análisis este año irreal de pandemia, pero hasta 2019 la información obtenida es promisoria y ,permite prever volver a una senda de crecimiento, retomando políticas y con el ingreso al juego de nuevos núcleos vitivinícolas.
Según resultados preliminares del Observatorio de Enoturismo, la cantidad de enoturistas durante 2017 fue de 1.647.081. El 74% responde a visitantes de la región Centro-Oeste (Mendoza, San Juan y Neuquén), el 17% a las provincias del Norte (Jujuy, Salta, Tucumán, La Rioja y Catamarca) y el 9% a las provincias de las nueva región vitivinícola (Buenos Aires, Entre Ríos, Córdoba, Río Negro y Chubut)
Existe un total de 245 bodegas abiertas al turismo, de las cuales 165 se encuentran en la región centro-oeste, 44 en la región noroeste y 36 en la nueva región. Mendoza cuenta con 145 bodegas con apertura turística.
Si tenemos en cuenta el origen de los entouristas nacionales, el 39% es de Buenos Aires, seguido de Córdoba (18%) y CABA (15%). En el ranking internacional, Brasil representa el 30,89%, seguido de EEUU y Canadá 27,44%; Francia 7,13%, y el resto de América 6% y resto de Europa 5,83%, resto del mundo 5,18% y Chile 5,05%.
En cuanto a los servicios ofrecidos por las bodegas con apertura turística, se puede observar:
Visita a bodegas 95%, Visita a Viñedos 74%, Wine Shop 72%, Eventos externos 63%, Gastronomía 46%, Wine Bar 33%, Cosecha 34%, Poda 53%, Sala de A1%, Museo 16%, Auditorio 12% y Alojamiento 15%.
Esto que solamente pueden ser datos duros, en realidad muestra un panorama de la importancia del enoturismo en el sector turístico y en las provincias donde esta actividad tiene una importancia relevante en las economías. En Salta el turismo representa el 10% del PBI y las zonas de afluencia de visitantes justamente son donde están ubicadas las bodegas.
Según los datos presentados, el enoturismo en la Argentina ofrece grandes oportunidades para el desarrollo, se espera que la demanda turística siga creciendo, sobre todo en lo que respecta a países como Brasil, Estados Unidos, Canadá y el turismo nacional.
Salta ofrece un paquete destacado en este aspecto, con una ruta de vino que recorre desde La Viña, ingresando desde esta localidad al Valle Calchaquí, pasando por los municipios de Cafayate, Animaná, San Carlos, Angastaco, Molinos, Seclantás, Cachi y Payogasta, todos con emprendimiento vitivinícola y muchos con actividades para turistas, en materia de visitas o gastronomía.
